Dicen que la información es poder, pero, ¿de que sirve si no sabemos usarla?
Hay un tema en el sector que me está empezando a preocupar, y es la “desesperación” de ciertas personas, que está llevando a conflictos importantes entre Compañías y clientes.
Estos conflictos no son otros que el meterse en camisa de once varas cada dos por tres. Expongo caso practico.
Tengo una asegurada que paga su seguro de salud de forma trimestral (esto es indiferente). Nuestra póliza de salud, especifica en el contrato, que la anualidad siempre será, desde la fecha de contratación, hasta 31 de diciembre de ese año. Y a partir de la renovación, de 31 a 31 de diciembre. Hasta aquí todo correcto.
Esta chica, deja de pagar su segundo trimestre. Cual es mi sorpresa, cuando bajo ningún concepto consigo contactar con ella. Por lo que se le procede a enviar una carta certificada comunicándole el impago.
A los pocos días de este hecho, recibo una llamada, de un mediador la compañía X, pidiendo explicaciones de dicha reclamación. Como es evidente, este mediador no es mi clienta, y por mucho que el me afirme que la “representa”. No le puedo facilitar información. Ante el enfado de este “mediador” (Ya veréis porque lo entrecomillo), le insto a que me llame la clienta y poder solucionar el asunto. A lo que el presenta una total y rotunda negativa, que a el solo le preocupa el bien estar de su clienta. Y que por ordenes suyas, ella no va a cogerme el teléfono.
Pasados casi 5 meses de esta situación, dicha clienta me llama, pues le ha llegado una citación por la denuncia de la compañía reclamando los impagos. Ahora si me llama.
Yo le explico que en ningún caso ha presentado carta de anulación, que no puede devolver los recibos en mitad de una anualidad. Y que la compañía está en pleno derecho de reclamar el dinero. Y que esto no se ha solucionado antes porque directamente ha decidido poner la callada por respuesta.
Y aquí, viene lo que más me preocupa. Esta chica, me comenta que su nuevo “mediador” le dijo, que ni carta ni nada, que devolviera el recibo pues “Total las compañías no reclaman”. Pero ahora ante la situación en la que ve, que tiene que pagar, tanto el seguro nuevo, como el seguro antiguo por un mal asesoramiento. El nuevo “mediador” no quiere saber nada del tema, sencillamente se lava las manos.
Claro, la clienta no habló a tiempo conmigo para explicarme la situación por si la “liaba o engañaba” para que se quedase. Pero resulta, que ha sido engañada por el nuevo, y esta situación ahora le provoca un perjuicio bastante grave. Ahora tiene que pagar dos seguros, única y llanamente por no levantar el teléfono y pedir asesoramiento al mediador que le ha estado orientando los últimos 3 años. ¿Motivo? Precio… Pues en este caso lo barato le ha salido muy caro, tanto económicamente como en confianza.
Si en su momento, me explica su situación, siempre trato de buscar la solución más beneficiosa para el cliente, pues siempre que un cliente me anula con la sensación que me he partido los cuernos por el. Aunque sea para otros temas, vuelve.
Sinceramente, ya no solo como mediador, si no como persona, soy incapaz de hacer que alguien se meta en según que berenjenales, por hacer un seguro. Prefiero darle el servicio correcto y esperar un año.
Ya saber, siembra vientos y recogerás tempestades.
Y no me extraña que ciertos mediadores no quieren que hablen conmigo para la anulaciones, se piensa el ladrón….
Un placer escribiros, pero como siempre, un placer aun mayor que me leáis