Voy tratar de usar todos los cartuchos recuperando unos cuantos post del pasado, en el que se pueden ver tanto las opiniones mías, como las de las personas que ahora son entusiastas de la reforma constitucional y sobre todo por los comentarios podemos construir una historia interesante.
El 11 de agosto de 2011 se prohíben las posiciones cortas en los valores financieros de los mercados bursátiles de España, Francia, Italia y Bélgica, lo que se viene a sumar a la prohibición del 7 de agosto que se había decretado en Grecia.
Ni están, ni se le esperan”, ha sido una de las frases más curiosas para comentar los sucesos que están ocurriendo en los mercados financieros en el mes de agosto.
“Te ofrecemos una rentabilidad del 7,5% el primer año, el mejor producto de renta fija en estos momentos, por encima de todos los depósitos y los fondos de inversión más seguros”“Te ofrecemos una rentabilidad del 7,5% el primer año, el mejor producto de renta fija en estos momentos, por encima de todos los depósitos y los fondos de inversión más seguros”
Todo se desmorona, y tengo la impresión de que nadie sabe por qué. Pudiera ser que fuese toda una conspiración, pero en realidad estoy convencido desde hace tiempo que es porque la tontería campa a sus anchas por las insignes cabezas pensantes en el poder político y económico y así nos va.
¿Qué ocurriría con las acciones de las petroleras?, ¿de las energéticas?, ¿Qué ocurriría si las petroleras y las energéticas dejan de ser empresas rentables?, ¿Qué ocurriría si el petróleo, los derechos de emisión de CO2, el precio de la electricidad en las subastas, el valor de las concesiones administrativas para la generación de cualquier tipo de energía ?
Un gran error que nos encontramos en un buen número de análisis económicos, lo encontramos en la base misma de los análisis. Existe una tendencia implacable y que podemos comprobar todos los días, tanto en la toma de decisiones, como en el análisis de las decisiones tomadas o incluso de las situaciones a la toma de decisiones en base a diferencias en lugar de en base a la situación completa.
A lo largo del día de hoy, han surgido unas cuantas noticias, a cuenta de las negociaciones para el supuesto rescate de Grecia. En este fregado, han sonado con fuerza los eurobonos, ha sonado la contribución privada, e incluso se han aventurado con un plan Marshall del que nada se sabe.
Estamos en una situación curiosa en la que jamás tanta gente (¡de los listos!), trabajaron e idearon tantas soluciones para solucionar una crisis financiera, y a su vez, existe la sensación de que nadie tiene la menor idea de lo que hay que hacer para solucionar este problema.
Una vez publicados los nuevos test de estrés, de un vistazo rápido ya podemos encontrar muchas, pero que muchas conclusiones. Es la ventaja de que siempre hagan lo mismo, es muy sencillo hacer los post, porque simplemente tengo que repetirme o buscar los links de los post del pasado.
Tras los días de pánico de principios de semana, han tocado los días de estupidez en los que parece que no hay límites. De repente todo se acelera, y resulta que de alguna forma, los políticos no paran de sacar medidas, sin que seamos capaces de reaccionar, y por supuesto, sin que nadie tenga claro en que nos benefician, (por lo menos más allá de contentar a los mercados).
El caso es que si por el lado normativo no sirven de nada los ratings y por el lado de la realidad tampoco es que se le haga demasiado caso, ¿Por qué se exigen con carácter general?, ¿Cuáles son los beneficios?
El Banco Central Europeo ha decidido hoy subir los tipos de interés hasta el 1,25%; en una reunión en la que ha dejado caer que en las proyecciones del Banco Central Europeo están nuevas subidas de tipos en lo que queda de año.
Me aburre un poco ya hablar del tema Banco Central Europeo, pero a la vez me molesta mucho seguir mes tras mes, tratando de que llegue el santo momento en que el Banco Central Europeo pierda el poder de decisión que tiene.
Cuando Bankia, deje de ser una entidad pública y pase a ser una entidad en la que existen intereses privados, el hecho de que cotice al 50% de su valor en libros será una herejía. A nadie se le ocurrirá, (salvo pena de ostracismo), criticar la realidad del balance, (como nadie cuestiona el balance de Banco Santander, Banesto, Sabadell y otros…).