Odio a las personas sucias y mal aseadas y no volveré a escribir sobre ellas, pero de paso que menciono esto me gustaría decir que la intolerante Ada Colau está triste porque una política desalmada del PP la ha relacionado con no se que reivindicaciones de Bildu. Incluso un político vasco ha ido aún más lejos y ha afirmado que las técnicas que emplea la PAH se las conoce de memoria porque son las que la kale borroka empleaba contra él y contra los políticos del PP y del PSOE
De modo que la princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa? Pobrecita Ada Colau, snif, snif, que la atacan sin motivo, solo porque:
1- Llamó criminal al presidente de la Asociación de la Banca Española (ABE) en las Cortes y le amenazó con tirarle un zapatazo
2- Tiene que ser desalojada del Congreso por interrumpir la sesión con sus gritos en compañía de algunos miembros de la PAH y de otros. Por cierto, que ignoro que pinta ahí ese tipo de pelo rizado y jersey alpino, originario del Cono Sur, con la de injusticias que podría solucionar en su propio país.
3- Ha importado directamente del peronismo argentino (quizá esto explique la duda anterior) la táctica de guerrilla conocida como "el escrache", la más perfecta expresión de intolerancia y que consiste, sencillamente, en retorcerle el brazo a nuestros legisladores, uno por uno, hasta que acepten votar en el Congreso lo que esta izquierda radical decida que debe votar. Por cierto que en Argentina esta estrategia de acongojar al adversario se le ha ido de las manos al peronismo y ahora también la sufren sus propios políticos.
De manera que Ada Colau, tan injustamente tratada por esta ¿derecha radical? que ha secuestrado el Congreso y que solo representa al 44,62% de los votos emitidos con sus históricos 186 escaños, Ada Colau, repito, se está pensando si les demanda por injurias.
Que para injuriar ya está ella.