Desde el inicio de este blog, hace más de 10 años, Javier y yo hemos hablado en muchas ocasiones de la importancia de la psicología en los mercados financieros y de cómo aprender sobre finanzas conductuales (behavioral finance).
Los discursos pesimistas tienen algo, no sé qué exactamente, que los hace parecer más inteligentes o más elaborados que los optimistas.
Si el otro día, cuando hablé de páginas de noticias, no paraba de repetir que la elección es muy personal, hoy que hablaré de blogs creo que lo anterior es aún más aplicable. Actualmente hay tantos blogs que es muy complicado seguirlos todos. No se pueden leer todo los posts de todos los blogs. A veces blogs que no parecen interesantes publican posts necesarios. Otras veces, blogs muy .
Internet nos ha permitido el acceso a la principal commodity, de acuerdo a Gordon Gekko. Pero, entre tanta información, ¿cómo podemos encontrar la adecuada? Voy a dedicar algunos de los próximos posts a mostrar los enlaces gratuitos que más suelo utilizar, cómo los utilizo y por qué. Estos son mis enlaces, los que a mi me gustan. Hay cosas que son muy personales, por lo que esto no es un.
El análisis de los mercados financieros, especialmente cuando trata de llegar a decisiones operativas (es decir, analizar la coyuntura para tomar una u otra posición en el mercado), se convierte en una actividad cambiante.
Aceptar esta realidad (que el mercado fluye, que no es constante) tiene como consecuencia que el último paso de cualquier análisis de cualquier
En relación con el post que escribí este martes, se me ocurrió calcular cuál ha sido la rentabilidad media interanual en los últimos 20 años de diferentes activos, para poder que podamos tener una idea de qué rentabilidad podemos esperar obtener, en media, en los mercados financieros.
Me parece también interesante ver la rentabilidad de
Esta semana santa, por gusto, releí un libro de los que siempre da gusto tener cerca: “Beating the Street”, de Peter Lynch. La primera vez que tuve el placer de leer este libro fue hace ya más de 12 primaveras, siendo yo un estudiante convencido de que el camino de Lynch era sencillo y ancho, y sin entender cómo podía haber tanta gente que no lo entendiera.