Sacyr registró un resultado neto negativo de 189 millones de euros en 2021, frente al beneficio de 36 millones de euros del año pasado, debido a un efecto contable relacionado con su salida del accionariado de Repsol, así como a una provisión por unas autopistas.
Además, según precisa en su cuenta de resultados, este efecto no implica ninguna salida de la caja de la compañía. Por ello, excluyendo estos impactos, el beneficio habría aumentado un 23%, hasta los 111 millones de euros.
Las ventas de la compañía crecieron un 3%, hasta los 4.675 millones de euros, al mismo tiempo que el resultado bruto de explotación (Ebitda) se disparó un 28%, hasta 923 millones de euros, con un margen operativo del 19,7%, frente al 15,9% de hace un año.
La contratación en 2021 fue de 11.000 millones de euros, lo que impulsó la cartera de proyectos de la compañía a 45.938 millones a final de año, con un aumento del 17%, concentrando Europa un 46% y América un 51%. En torno al 80% de esta cartera corresponde a los activos concesionales (36.530 millones de euros).
Esta última unidad de negocio obtuvo unos ingresos de 1.475 millones, un 7% más, así como un Ebitda de 504 millones, un 38% superiores, gracias a la entrada en explotación de nuevos tramos de carreteras en Italia, Colombia y Paraguay.
Por su parte, el negocio de ingeniería e infraestructuras alcanzó los 2.649 millones de euros en ventas, un 1% más, con un Ebitda un 18% superior. Destacan sus primeros proyectos adjudicados en Canadá, así como la nueva terminal del aeropuerto Jorge Chávez de Perú y otros proyectos en Italia.
La división de Servicios creció un 2%, hasta los 1.017 millones de euros, con un Ebitda de 101 millones, un 14% superior. Su cartera creció un 17%, con la incorporación de nuevos contratos como la limpieza viaria en Madrid y limpieza junto a recogida de residuos en Barcelona, servicios de 'facilities' en España y Chile y de conservación viaria en España, entre otros.
REDUCCIÓN DE DEUDA
En el plano financiero, Sacyr redujo un 19% la deuda neta con recurso, hasta los 681 millones, en línea con el compromiso de la empresa de reducirla por debajo de los 700 millones de euros a cierre de 2021.
Desde 2018, la ha reducido un 40% y el objetivo apunta ahora a reducirla prácticamente a cero en 2025. El flujo de caja operativo, por su parte, ascendió a 629 millones de euros en 2021, con un
crecimiento del 15% respecto a 2020.
Por último, respecto a su participación en Repsol, que alcanza ahora el 3,1% del capital de la compañía energética --lo que explica el efecto contable que ha impactado en el resultado neto--, la compañía seguirá reduciendo su exposición a medida que venzan los derivados que tiene