JP Morgan ha vuelto a incrementar su participación en Sacyr al 5,4% del capital, lo que supone cerca de un punto porcentual más respecto a su última notificación de hace apenas dos semanas.
Según consta en los registros de la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CMV), el grueso de la participación responde a instrumentos financieros y no a participaciones directas en la sociedad.
De hecho, el fondo lleva un mes subiendo y bajando su participación en Sacyr, incluso borrando toda su presencia en algunos momentos y volviéndola a subir a los pocos días.
En concreto, el 9 de octubre notificó que ya no contaba con presencia en la compañía, aunque 10 días más tarde volvió a elevar su participación al 5,8%, para luego bajarla al 4,5% y subirla ahora al 5,4%.
Estas notificaciones a la CNMV no aportan una información clara respecto al movimiento real de esas acciones, generalmente basado en préstamos de acciones, bonos convertibles o 'equity swap'.
Goldman Sachs también está haciendo lo propio en las últimas semanas, cuando repentinamente bajó al 1,1% su participación el pasado 24 de octubre y subirla una semana después de nuevo al 6,7%.
Precisamente este lunes, Sacyr ha lanzado una oferta incentivada a los tenedores de unas obligaciones convertibles emitidas en abril de 2019 por un importe de 175 millones de euros, con el objetivo de seguir reduciendo su deuda neta con recurso o reducir la volatilidad bursátil.
JP Morgan, en su última notificación, asegura contar con cerca de 14 millones de acciones en esas acciones convertibles.
Actualmente, la petrolera Disa es el mayor accionista de Sacyr, con el 14,6% de las acciones, seguida de José Manuel Loureda Mantiñán (7,4%) --uno de los fundadores de la empresa--; de Goldman Sachs (6,7%); Grupo Fuertes (El Pozo, con el 6,4%); JPMorgan (5,4%); Nortia Capital (Manuel Lao, con el 5,1%); Beta Asociados (José del Pilar Moreno Carretero, con el 5%), Rubric Capital (4,4%); y Millennium Group (1,7%)