pero considero que es de gran importancia para el futuro a largo plazo de Pharmamar. A mi entender señala el camino a seguir por la división de virología, pues utilizando las técnicas computaciones descritas en el estudio, dado un determinado tipo de virus, se podría “descubrir” las moléculas de la biblioteca de Pharmamar que podrían combatir ese virus y sin hacer ninguna prueba de laboratorio solo a base de técnicas computaciones que muy probablemente estén relacionadas con la inteligencia artificial.
Lo he deducido leyendo los siguientes párrafos de este estudio, (en el apartado de las conclusiones):
En este artículo de investigación, se utilizaron técnicas computacionales que incluyen estudios de plantilla de campo, QSAR, acoplamiento molecular por conjuntos y 3D-RISM para posicionar en otro contexto los medicamentos marinos aprobados por la FDA existentes y brindar nuevos conocimientos moleculares.
Este estudio también ofrece la mejor opción en el descubrimiento de fármacos CoVID-19 y el descubrimiento rápido de fármacos para inhibidores de la replicación del virus CoVID-19 seguros y eficientes.
Los fármacos Mesilato de Eribulina, Plitidepsina y Trabectedina propuestos en este estudio poseen características farmacóforas similares a los inhibidores de la proteasa principal CoVID-19. También poseen una excelente afinidad de unión a la proteasa principal CoVID-19 y la capacidad de interactuar con residuos catalíticos clave.
Los éxitos descubiertos en este estudio tienen un gran potencial para traducirse en uso clínico y ayudar a reducir la replicación del virus CoVID-19 y sus complicaciones, específicamente para pacientes con cáncer
Ya sabíamos que la Plitidepsina (Aplidin) es un potente antivírico para el covid-19, pero lo que se desprende de este estudio computacional es que la Trabectedina (Yondelis) también , lo sería. Y lo sabemos sin hacer ninguna prueba de laboratorio como hizo Enjuanes con la Plitidepsina. Es decir si ahora mismo el CSIC practicara con el Yondelis las mismas pruebas que en su día hizo con el Aplidin, obtendría resultados similares en cuanto a su eficacia contra el coronavirus. El estudio de laboratorio solo serviría para cuantificar la potencia del Yondelis contra el coronavirus, es decir se determinaria si el Yondelis es más potente que el Aplidin o menos, pero su eficacia contra el coronavirus, estaría fuera de toda duda.
El otro fármaco estudiado computacionalmente es el Mesilato de Eribulina. Es un tratamiento contra el cáncer de mama. Es de un laboratorio alemán llamado Eisai y supongo que se habrán llevado una gran sorpresa (similar a la nuestra con el Yondelis), al conocer que la Eribulina podría utilizarse también contra el coronavirus.
Estas “consecuencias prácticas” las he deducido de la lectura del artículo. Supongo que si tú has puesto este enlace podrás ampliarnos más detalles del mismo y sobre todo decirme si estoy en lo cierto o no, y me he equivocado en la interpretación del estudio.
Extrapolando para el caso concreto de Pharmamar, podríamos decir que mediante técnicas de inteligencia artificial podríamos descubrir qué moléculas de la biblioteca de Pharmamar permitirían combatir al VIH por ejemplo, (el virus del sida). Supongo que lo que se necesitará será una máquina de una potencia de cálculo bestial como la que hay en el “Barcelona Computing Center” porque para Pharmamar sería imposible financiar este tipo de ordenadores tan potentes.
Con este tema de las técnicas computacionales la división de virología tiene trabajo para años. Y está claro que todos estos trabajos no se traducirán en nada práctico hasta dentro de 8 o 10 años como mínimo. Pero es obvio que en este tema hay un futuro impresionante y Pharmamar tiene las moléculas marinas que podrían lograr la curación de muchas enfermedades víricas.
NOTA.- El estudio lo han realizado cuatro científicos mejicanos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas de la Ciudad de Méjico.