España fue el país europeo en el que más creció la presión fiscal durante la pandemia
spaña estaba acostumbrada a sufrir
fuertes caídas de la recaudación durante las crisis. Los estabilizadores automáticos funcionaban en su plenitud en esta economía tan volátil como consecuencia de la elevada temporalidad. Al menor signo de contracción, las empresas destruían empleo, hundiendo así la recaudación del IRPF y las
cotizaciones sociales, al tiempo que se disparaba el gasto en prestaciones. En esta pandemia, por el contrario, la presión fiscal de España no solo no se ha reducido, sino que
se ha incrementado intensamente. Una situación excepcional que ha sorprendido incluso a los propios técnicos del Ministerio de Hacienda.
En el año 2020, la recaudación de España por impuestos y cotizaciones sociales
ascendió al 37,4% del PIB, lo que supone un incremento de 2,2 puntos porcentuales,
según los datos publicados el jueves por Eurostat. Se trata del mayor aumento de la presión fiscal registrado en toda la eurozona. Es cierto que en parte se debe a que el país sufrió la mayor contracción de todos los países miembro, con un
desplome del 10,8%. Sin embargo, la diferencia en el incremento de la presión fiscal respecto al segundo es tan abultada que
no se justifica por la caída del PIB.
En concreto, el segundo país donde más aumentó la ratio de recaudación fue
Letonia, con un incremento del 0,9% del PIB. Esto es,
menos de la mitad que en España. Hay dos motivos que explican esta evolución sorprendente de la recaudación durante la pandemia. El primero es que el Gobierno rechazó hacer
rebajas de impuestos, como sí realizaron otros países, y optó por canalizar las políticas expansivas a través del gasto. De esta forma, en muchos países del continente se contuvo la presión fiscal o, incluso, se redujo. De media,
en la eurozona aumentó 0,4 puntos del PIB, esto es, seis veces menos que en España.