CAROLINA
Caballero del alto plumero,
¿Dónde camina tan pinturero?
Los caminos que van a la gloria
son para andarlos con parsimonia.
JAVIER
Señorita que riega la albahaca,
¿Cuántas hojitas tiene la mata
Me parece que pasan de ciento,
como las plumas de mi plumero.
CAROLINA
Al pasar el caballero, por la puerta del Perdón,
de los altos balconajes a sus pies cayó una flor.
Y una dama le decía con graciosa y dulce voz:
“Esa flor se me ha caído del rosal del corazón”
JAVIER
Una flor es el comienzo de un capítulo de amor.
Señorita que riega la albahaca,
si de atrevido no me tildara,
yo al rosal acercarme quisiera,
donde florecen rosas tan bellas.
CAROLINA
Caballero del alto plumero,
es tan galante su atrevimiento,
que por mí no es difícil la empresa,
puesto que tiene franca la puerta.
JAVIER
Al pasar el caballero, por la puerta del jardín,
va hechizado por los ojos que le miran desde allí.
Va contento de su suerte, y embriagado del olor,
de esta rosa desprendida del rosal del corazón.
CAROLINA
Una flor no es un billete para el juego del amor.
JAVIER
¡Sutil olor!
CAROLINA
¡Tal vez fatal!
JAVIER
¡Digna es la flor de aquel rosal!
Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.