Costó en su día asociar el nombre de empresas que no tenían nada que ver con la BANCA a entidades bancarias, como puede ser el caso de éstos neumáticoides cocherulos de "Renól". Pero si ahora, aprovechando que el mundo se está convirtiendo en un videojuego gigante se van a poner a hacer el chorras con nombrecitos de pilotos, bugas y demás en las cuentas corrientes, habrá que volver a considerarlos unos pintamonas a nivel financiero.
En cualquier caso, es una muesca más de la tendencia modeLna de considerar las finanzas como un juego, como algo divertido no más carente de importancia. Una tendencia a trivializar los ahorros de la gente, que resulta peligrosa. Pero supongo que a las personas que deciden les da igual. Las consecuencias necesitan décadas para salir a flote, de forma que toman los beneficios y los problemas que los encare el siguiente, que ellos ya estarán bajo tierra de debate con los gusanos, de party time.
Ahora que venga Deutsche Bank y ponga nombres de ciclistas y bicicletas a las cuentas.
Nadie querrá ser Jan Ullrich. O una Torrot.