Buenas tardes,
Hay una regla básica en economía y es que todos queremos ganar lo máximo posible, empresarios y trabajadores.
El empresario va a buscar los menores costes posibles y vender lo más caro posible, la regulación la hace el mercado, es decir la competencia, si quiere estar en el mercado tiene que producir con la misma calidad (o mejor) y precio similar (o más barato) al resto, si no, quiebra, y no hay que olvidar que este empresario se ha jugado su capital.
El mayor impacto en los costes la tiene la mano de obra, no solo por los salarios, sino por los gastos anexos, ningún gobierno quiere que los empresarios pongan en la nómina mensual los costos reales de los trabajadores, porque nos daríamos cuenta cuanto “se lleva” el estado de nuestro trabajo.
Los salarios también los regula el mercado (con la intervención del estado), si nuestro trabajo tiene “valor añadido”, si son pocos los trabajadores que por formación, capacidad y esfuerzo saben y pueden hacer un trabajo determinado con una alta productividad el salario será alto y hay competencia de las empresas para contratar a esos trabajadores (aún recuerdo hace 30 años a soldadores ganando 800000 pesetas al mes en la construcción de una central eléctrica y luego se iban a trabajar a plataformas petrolíferas donde ganaban aún más).
Si nuestro trabajo no tiene “valor añadido” y lo puede hacer cualquiera pues el salario va a ser bajo, y no sólo porque el empresario quiera pagar poco, sino porque si paga más su producto sale más caro y no puede competir.
La excepción a la regla son los trabajos públicos, porque ahí nada está regulado por la competencia. Da igual, porque los salarios salen de los presupuestos generales del estado.
Todos nos quejamos de los salarios, pero luego vamos a comprar al Primark con todo fabricado por chinos y nos da igual cual es el salario de los chinos.
Esto enlaza con los comentarios de las personas que prefieren no trabajar y vivir de las ayudas.