Ese es precisamente el problema.
Como hay mucha gente que puede hacer el mismo trabajo, pues resulta que me da igual quien lo haga.
Ese es el problema de la mediocridad laboral española, la baja perspectiva laboral española.
No me van a valorar, por lo tanto no voy a permanecer mucho en esa empresa.
Con esta perspectiva, que es la que existe en la inmensa mayoría de las empresas españolas, ya que está inculcada en la sociedad española, lo único que se consigue es no sacar el rendimiento óptimo a los trabajadores.
Cualquier trabajador me vale porque ninguno se va a esforzar. Y efectivamente es así, esa es la realidad.
En España los trabajadores no se esfuerzan porque no tienen beneficios por ese esfuerzo.
Si voy a tener lo mismo por trabajar mas, pues no trabajo mas LÓGICA PURA Y DURA.
Tu como empresario, seguro que no invertirías en un producto que no te diera beneficios. Pues la idea del trabajador es la misma. Si no tengo beneficios por esa inversión laboral no invierto.
Entonces. ¿Por qué los empresarios exigen a los trabajadores una mayor inversión sin sacar beneficios si ellos mismos no la harían?.
Con una perspectiva como la que comentas (que es lo normal en este puñete... país), solo se tiene trabajadores mediocres o trabajadores válidos que no se esfuerzan y que claro está se convierten automáticamente en mediocres por la falta de esfuerzo.
Por supuesto que hay trabajadores mas válidos que otros y trabajadores que no son válidos, estos últimos que se pueden dividir en dos, los que no quieren y los que no pueden, pero para eso esta el empresario, para valorar los que valen y los que no valen.
Así que la ecuación es tan simple como esta:
Buenos trabajadores bien valorados = empresa bien valorada.
Buenos trabajadores mal valorados = empresa mal valorada.
Trabajadores mediocres = empresa mediocre.
Hay que hacer un esfuerzo por los que valen, valorar a los que valen, y no cualquier trabajador vale porque cualquier puesto de trabajo es mejorable y por lo tanto cualquier trabajador puede trabajar mejor.
Saludos.