la gente no está criticando a sus jefes, está criticando una reforma laboral que deja en situación de precariedad a 17 millones de trabajadores y que se decreta argumentando que pretende facilitar el empleo cuando lo que realmente persigue es facilitar el despido y volver a unas relaciones patron-trabajador decimonónicas. De esto es de lo que se queja la gente.
respecto a tu sugerencia de que todo descontento se haga empresario:
- Si por empresario entendemos aquel que asume riesgos aportando su capital al proceso productivo, todos los pequeños accionistas de este país, y somos muchos, somos empresarios. Ahora, bien, no somos grandes empresarios por que no tenemos grandes capitales, y por eso, no podemos tomar iniciativas/dirigir; esto lo hacen los grandes.
- La condición de gran empresario, salvo honradas excepciones, se adquiere en españa bien vía hereditaria, son siempre las mismas familias las que ostentan el poder económico, bien en connivencia con el poder político, ya sea mediante nombramientos a dedo de presidentes de empresas que fueron públicas (que se han "adueñado" de ellas a través de los generosos planes retributivos aprobados por y para el consejo), ya sea mediante el ya famoso proceso de corrupción urbanística.
- Uno y otro, poderes político y económico, forman un clan de ayuda y autoprotección, modificando el marco para facilitar procesos de concentración progresivos mediante fagocitosis o técnicas similares: donde está ya el pequeño comercio?, que competencia bancaría quedará tras la reforma financiera?, etc, etc.
- ¿Como un joven, bien formado y con gran espíritu emprendedor, puede acometer un proceso de acumulación del capital necesario para ser "gran empresario" partiendo de salarios mileuristas?.
Lo que si es claro, es que el empesariado alemán ha sabido hacer sus deberes, ha reinvertido beneficios y generado riqueza y crecimiento, y eso además, con un coste de los factores superior al existente en españa (al menos el coste del factor trabajo). Mientras, en españa, los beneficios se han dedicado a megayates, megamansiones, a corromper a políticos ya corruptos, a evadir a suiza, a cayman, etc, etc.
En esta sociedad, cada uno tiene su obligación/responsabilidad, el político, crear el marco adecuado; el empresario, tomar iniciativas y desarrollar proyectos generadores de riqueza para la sociedad, no solo para él; y el trabajador, pues a trabajar como siempre. Y mucho me temo que los dos primeros no lo están haciendo como debieran. Pero ya se sabe, el dinero fácil (el heredado, el del "a dedo", el de la corrupción, ...) fácilmente se dilapida.
Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.