El post nº 1 es sin duda en algunos aspectos desafortunado, pero hay q comprenderlo en una contexto de cabreo y desfogue por todo lo que esta rodeando el mundo de los funcionarios.
Dentro del gremio de los servidores públicos hay de todo, por supuesto, igual q en la empresa privada, los hay que tienen vocación de servicio público y lo que no, los hay que valoran determinadas condiciones laborales o seguridad, los hay vagos y trabajadores, los hay amables y desagradables de cara al público…de todo como en la empresa privada, como en botica.
En ese post se da respuesta a algunas cuestiones que en torno al mundo funcionarial se transmiten desde los medios de comunicación y que no son ciertos:
“Son todos enchufados”; eso lógicamente a los que se han preparado durante años, en unas oposiciones libres, a las que se pudo presentar todo el mundo, duele, pq además los funcionarios tienen la sensación de que se confunde el personal de gabinete, personal eventual de libre designación que nombra el cargo político y cuyo trabajo es servir al partido de turno correspondiente. Entiendo q a ningún trabajador le gustaría q le dijeran que esta hay por su amistad o lo que sea con el dueño de la empresa.
Este tema es realmente una pena, pues los funcionarios hoy son lo suficientemente maduros para saber que sus ideas políticas se quedan en casa, en el trabajo toca seguir las indicaciones de quien el pueblo ha decidido, con lealtad por que así se ha prometido o jurado, no obstante los políticos (yo creo q viene de la transición y también de la necesidad de ir “preparando” y colocando algún cachorro,) abusan del personal de confianza. En otros países eso no pasa, cambian los puestos políticos y se sirve de la administración que tiene y q además es lógicamente la mejor preparada para llevar esos temas (no me refiero a que sean los mejores del mundi mundial, pero igual que alguien que hace tuéneles sabrá más de túneles, alguien que gestiona la cosa pública debemos suponer que sabrá bastante más), pero bueno España es diferente.
Los funcionarios han visto como en los últimos años cuando lo habitual eran convenios con subidas por encima del IPC en la empresa privada, sus subidas eran un cantidad fija que no venia referenciada al IPC, y que por cierto casi nunca superaron el IPC lo que implica que en los últimos 20 años su perdida de poder adquisitivo supera el 40%
A nadie le gusta que le bajen el sueldo, pero no obstante si nuestro país lo necesita realmente, pues se hace. Lo que resulta doloroso de verdad, no es la bajada de sueldo en si, es que alguien se alegre, pues no conozco a nadie que se haya alegrado de las duras condiciones del mercado laboral después de la última reforma laboral, excepto quién saca beneficio de ella, ¿eso es pq son muy buenos los funcionarios? No que va¡ es pq tienen maridos, mujeres, hijos y parientes que no lo son y también les afecta directamente. Los funcionarios no son extraterrestres¡¡ Por que además todas estas medidas son precedidas de campañas de desprestigio que son bastante injustas.
Por otro lado se intenta transmitir la idea de que en el país hay muchos funcionarios, en mi opinión lo que si hay es un mala distribución de estos, en algunos sitios la carga de trabajo es muy alta y en otros más floja, hay plantillas mal dimensionadas, y eso es sin duda es necesario corregirlo,….. pero eso no es culpa de los funcionarios.
En cualquier caso es falso el sobredimensionamiento frente a los datos de otros países europeos, Feynman en uno de sus post ha planteado que no debemos lógicamente compararnos por el número total de funcionarios sino por la relación funcionario/habitantes, creo q es correcto dado que el funcionario sirve a todos, al que trabaja y al que no trabaja, no obstante hay quién se plantea que debemos tener en cuenta únicamente la población ocupada (vamos los que producen, los que mantienen a tanto funcionario, pensionista y demás improductivo, que me dirían) como se puede ver en la gráfica estamos en la media, en concreto menos del 15% de la población ocupada son funcionarios, tenemos países que pueden servirnos de ejemplo por debajo y también por encima. Por lo que no parece un problema real.