Pues no, no me parece fenomenal, me parece un desatino, un insulto a la inteligencia y un auténtico acto de terrorismo de estado.
Opino que simplificas mucho o simplemente hablas de una realidad que conoces poco. Voy a referirme a los "sin papeles", los demás supuestos son absolutamente diferentes como para que se les puedan aplicar los mismos criterios o consideraciones.
Hay muchas patologías que no son urgencias, que se atienden dentro de la asistencia primaria o especialidades que sin ser de alto nivel, son de uso muy recurrente. ¿Sabes cual es el especialista al que se acude con mayor frecuencia, el que supone el porcentaje más elevado de actos médicos?: El otorrino.
Pero lo peor de todo es que con este tipo de medidas se va a poner en riesgo la salud en general de la población (tú y yo también). Imagina una epidemia de gripe, con miles de personas esparciendo virus por ahí, sin control ni asistencia. Imagina las enfermedades infecciosas incontroladas, como la tuberculosis. Todos sabemos también que sale más barato prevenir que curar o lamentar. La medicina preventiva cuesta dinero, pero acaba por ahorrar mucho más que el gasto que supone.
Cierto es que hay ineficiencias y abusos en el sistema y eso hay que corregirlo, pero eso no justifica que tengamos que derribar uno de los pilares fundamentales de nuestro sistema de vida, la salud.
El problema sigue siendo que desde el poder se toman decisiones económicas que se intentan justificar como sea, se crea un estado de opinión, se controlan los medios, las tertulias, para convencernos de que estiramos más el brazo que la manga, que derrochamos. Todo para disimular que el problema no es que no haya dinero, el problema es a quién va el dinero, y todos sabemos que va para la banca y el poder financiero, para eso nunca va a faltar, se harán mil rescates, nos empobrecerán, hipotecarán el futuro de nuestros nietos y si es preciso retrocederemos al siglo diecinueve.
Hay cosas que no se quieren tocar, hay sectores privilegiados a los que se sigue favoreciendo, mucho hablamos de la casta política (aunque necesitamos políticos), pero allí donde está el poder real, el dinero de verdad, no hay coj..nes de meterle mano. La corrupción, los privilegios, una justicia que da pena o asco según se mire, la manga ancha o el indulto para según quién, el mantenimiento de estructuras de poder obsoletas, duplicadas o triplicadas (¿Por qué siempre que se habla de duplicidades tienen que ser las CC.AA. las que adelgacen y no lo hace el Estado central, quién es el que está duplicado?).
Abramos los ojos y comencemos a reaccionar, porque esta es una guerra de los de arriba contra los de abajo, y los de abajo somos la mayoría, o sea que si no espabilamos lo tenemos claro.