Re: A propósito de la privatización de la sanidad en Madrid
El juego es perfecto.
Los gestores públicos deliberadamente hacen una mala gestión y así se justifica la privatización.
Hablar de prevaricación es una estupidez, porque sobre el papel si se saca a concurso o concesión o contratación pública un servicio, si se diseña de una manera tan general, resulta que sólo tenemos 2 o 3 posibles candidatos, que tampoco en lo privado actúan en competencia porque tienen sus conexiones y eso no es prevaricar.
Si la financiación sigue siendo pública, y el servicio a través de contratos públicos, los Políticos tienen así mucho mayor poder para mangonear y para tejer su red de clientelismo político y de influencias y para favorecer a quién simplemente haga mayores aportaciones a su campaña.
Esto no es ilegal o muy díficil de descubrir y demostrar y de ahí las financiaciones ilegales en los partidos que se dan, que quedan en nada.
Por eso, se equivocan los que piensan, que estos son problemas que no les afectan o que piensen les beneficia, porque sólo está movido por los que tengan intereses personales, Feinmann por ejemplo, trabaja para el sector privado.
Si se acerca uno por un hospital privado, al que ya le remite la sanidad pública, tienen una campaña para desgravarse en la renta por el seguro privado, es decir que el tema de la financiación pública no se pone en duda sino que se pretende que sea cada vez mayor.
Pero ya tenemos la CORRUPCION ya institucionalizada y no solo eso, sino ninguna eficiencia privada, si no hay la transparencia pública necesaria por su complejidad de control, cuando en determinados sectores privilegiados tenemos mezclados criterios publicos y privados de tal manera, que algunos ciudadanos (los menos) se quedan con lo mejor de ambos sistemas y otros (la inmensa mayoría) con lo peor de ambos.
Por tanto, una gran estupidez es decir, que en Bostwana es mejor la sanidad y la educación porque puedes elegir la que quieras, mientras en el Norte de Europa se coarta la libertad porque ambas son no solo son de financiación pública, sino de titularidad pública.
Un saludo