La burbuja del empleo en la época "dorada" de la burbuja inmobiliaria está relacionada con el "éxodo" de personas en edad de trabajar durante la crisis ya que la población inmigrante en España sufrió un espectacular crecimiento entre 1.998 y 2.006, pasando de 637.085 (1,60% de la población) a 4.482.568 (9,93% de la población), siendo la tercera tasa de inmigración más alta del mundo.
El desarrollo del sector de la construcción no hubiera sido posible sin la llegada masiva de inmigración. No es por casualidad que la eclosión del sector de la construcción en este ciclo económico, se haya gestado a partir de 1.998, cuando se empezó a notar el fenómeno migratorio.
El proceso ha sido a grandes rasgos el siguiente: en el momento en el que se inició la reactivación del sector de la construcción, empezaron a afluir inmigrantes que engrosaron las plantillas de ese sector laboral, abaratando costes y aumentando el volumen de la mano de obra disponible. Esto generó cierta acumulación de dinero (en buena medida, “dinero B”) que provocó nuevas construcciones en zonas y barrios nuevos, habitualmente situadas en la periferia de las grandes ciudades.
Dado que iban afluyendo cada vez más inmigrantes, a partir de 1.998, se empezó a producir un fenómeno nuevo: los inmigrantes se iban a vivir a los barrios más baratos, generándose un “efecto vaciado”: la población hasta entonces autóctona abandonaba esos barrios, ponía a la venta sus viviendas, y se iba a vivir a otra vivienda de mejor calidad (este es el denominado Segundo Ciclo de la Vivienda); los huecos dejados por ellos tendían a ser ocupados, no por autóctonos, sino por nuevos inmigrantes. Esto animó al sector inmobiliario.
A partir de 2.002-2.003 los bancos intentaronn convertir a los inmigrantes en propietarios de sus viviendas. Este paso es mucho más importante de lo que parece. Si los bancos empezaron a buscar a los inmigrantes como clientes fue por dos motivos: porque estaban presentes en número suficiente (en 2.002 eran más de tres millones) como para que el volumen del negocio justifique la inversión publicitaria y el riesgo asumido, y porque intuyeron que una amplia mayoría de inmigrantes no albergaban interés en regresar a su país, al menos a corto plazo. Los bancos no hicieron hecho otra cosa más que convencer al inmigrante de que, puestos a quedarse e España, era más aconsejable acceder a la vivienda de propiedad. Les convencieron de que la forma española de ahorrar era invertir en vivienda: “¿no se ha revalorizado el precio de la vivienda hasta doblarse en los últimos diez años?”. Si esto ha sido así en ese plazo, eso indicaría que siempre seguiría siendo así.
Tenemos dos formas de analizar la variable demográfica, y en concreto el fenómeno de la inmigración masiva, sobre el Mercado Inmobiliario: Oferta (como trabajadores) y Demanda (como compradores). Desde el punto de vista de la Oferta inmobiliaria (es decir, de los constructores y promotores inmobiliarios) la aportacion de la MANO DE OBRA BARATA inmigrante en la creación del Boom y posterior Burbuja Inmobiliaria ha sido fundamental y no tiene discusión.
Saludos.