Las compañías no financieras elevaron un 170% sus ganancias en 2014 por la mejora de los ingresos y por la venta de activos, según el Banco de España.
Las empresas españolas tocaron fondo en 2012, empezaron a remontar ya en 2013 (cuando mejoraron sus resultados por primera vez desde 2009) y consolidaron la buena marcha el año pasado, con una fuerte mejora de sus cuentas.
Las compañías no financieras del país dispararon sus beneficios un 170% gracias a las plusvalías obtenidas por la venta de activos y por la mejora de los ingresos que ha propiciado el mejor ambiente económico, según los datos publicados hoy por el Banco de España (ver aquí el informe).
Si no se contabilizan los atípicos vinculados a esas ventas de activos (singularmente activos financieros), la tendencia de los resultados cambia. El resultado ordinario neto de las empresas españolas -que no tiene en cuenta esos extraordinarios- cayó un 7,4% el año pasado, frente al incremento del 4,5% que se registró en 2013.
Comienza la creación de empleo
Las empresas españolas acompañan la buena marcha de sus resultados con el inicio de la creación de empleo. Pero con matices. Por primera vez desde que comenzó la crisis, más de la mitad de las compañías que participan en la muestra del Banco de España mantuvieron o incrementaron su plantilla (el 51,3% del total, frente al 48,7% que siguieron recurriendo a los recortes de personal).
En el conjunto del año, el volumen de las plantillas medias aún se redujo un 0,5% (frente al mayor descenso del 2,2% que aún se registraba en 2013). Sin embargo, en la segunda mitad del ejercicio ya se registraron mejoras del empleo, con aumentos de las plantillas del 0,1% en el tercer trimestre y del 0,5%, en el último trimestre del año.
El Banco de España subraya, no obstante, que estos datos no reflejan fielmente la mejora del empleo en el conjunto de la economía porque en la muestra para elaborar su estadística están sobrerrepresentadas las grandes compañías, que han realizado importantes ajustes de plantilla.
Las empresas están recurriendo muy mayoritariamente al empleo temporal para empezar a elevar sus plantillas. De hecho, mientras que los empleos temporales crecen un 3,4% en el conjunto del año pasado (el tipo de empleo sobre el que ha recaído el grueso del ajuste durante la crisis), el personal con contrato fijo siguió disminuyendo, con una caída del 1,2% en 2014.