Avalarte para pedir un préstamo no es problema para el IMV, aunque la calidad de dicha(s) persona(s) para avalarte o no dependerá de la concesionaria del préstamo y las condiciones que imponga al respecto.
Es más problemático que te concedan un préstamo de una cantidad, digamos de 40.000 € por ejemplo para adquirir un coche o una vivienda, y que dejemos ese dinero en el banco sin tocar un tiempo, porque de hacerlo durante el cuarto trimestre del año Hacienda interpretará ese dinero como patrimonio y puede que nos haga saltar el umbral máximo de patrimonio bajo el que se nos otorga el IMV a nuestra unidad familiar.