Según Nick Price, gestor de carteras de renta variable de mercados emergentes de Fidelity... “Si bien otros mercados más en boga y consolidados han estado acaparando la atención, la verdadera historia de crecimiento a largo plazo que debería ilusionar a los inversores es África, especialmente la evolución del consumo de la región. El fuerte y constante crecimiento del PIB en los últimos años está elevando las rentas y fomentando el desarrollo de una clase media en muchos de éstos países. Y también desde una perspectiva de gestión de carteras, los mercados de África están mucho menos correlacionados con los mercados desarrollados que otros mercados emergentes más consolidados”...
* De acuerdo con la ONU, el PIB per cápita de Africa ha pasado de 500 dólares en el año 2.000, hasta los 2.000 dólares en 2.010.
* Según el McKinsey Global Institute, Africa ya tiene más hogares de clase media (definidos como los que tienen rentas de más de 20.000 dólares) que la India.
* Otros aspectos favorables son la clara tendencia hacia la urbanización y una tasa de dependencia relativamente baja, lo que significa que las naciones de Africa no tendrán que preocuparse a medio plazo por los diferentes problemas relacionados con el envejecimiento de población y los recursos que aquejan a los países occidentales.
* La deuda pública de Africa en 2.010 era del 25% del PIB, la mitad comparada con la del año 2.000, y se situaba en niveles mucho más manejables que en la mayoría de países desarrollados.
* Uno de los aspectos más desconocidos de la reciente recesión económica mundial ha sido la resistencia de Africa.
* La fortaleza del petróleo potencia la actividad económica de los principales productores y exportadores de la región, como Nigeria, Angola y Sudán.
* Botswana es un ejemplo destacable, no sólo por ser el mayor productor de diamantes del Mundo, sino también porque es visto como un modelo de explotación de los recursos naturales para potenciar el desarrollo económico general y el nivel de vida.
* Con el fín de mejorar su seguridad energética a largo plazo, China ha invertido considerablemente en países como Níger, por su uranio, y en Tanzania por su cobre.