Gracias a aquel mensaje que lanzó en Julio de 2.012 el Banco Central Europeo, dispuesto a hacer "todo lo posible por salvar el Euro", la Deuda Pública periférica empezó a reducir su rentabilidad. Parecieron ser palabras mágicas, de hecho, en España la prima de riesgo se situaba entonces por encima de los 600 puntos, y ahora ronda los 150.
Pero, mientras que la caída desde ésos máximos es bienvenida por los mercados, éste retroceso en la rentabilidad sitúa a la Deuda Pública periférica en niveles de burbuja. Las perspectivas es cierto que han mejorado, y tanto España como Italia ya no dependen de la financiación externa, pero según el articulista de Financial Times, en la búsqueda de rentabilidad los inversores quizá están ignorando los riesgos que persisten.
El mayor peligro que yo observo es que, España por ejemplo, sigue aumentando la deuda pública, que ya supone más del 100% del Producto Interior Bruto. Pero es que, además, persiste la crisis bancaria que en mi humilde opinión no está resuelta. Y, finalmente, por si fuera poco, la recuperación sigue siendo muy débil.