"2021 será el año de la vuelta de la inflación después de varios años en niveles entorno al 0%. La inflación en Europa aumentó bruscamente, pasando del -0,7% en diciembre al +1,6% en enero, impulsada, sobre todo, por factores técnicos y puntuales como la anulación de la reducción temporal del impuesto sobre el valor añadido en Alemania. “Así pues, esperamos que la inflación en la zona del euro se mantenga por debajo del objetivo del BCE, por debajo pero cerca del 2% de inflación en 2021”, comentan Jan Viebig, CIO Private Wealth Management y Laurent Denize, CIO Asset Managment de ODDO BHF. Mientras que, en Estados Unidos podría superar el 2% este curso debido a las medidas de estímulo que se han aprobado por parte del Gobierno y a la política ultralaxa que está manteniendo la Reserva Federal.
Implicación en el mercado
Con este escenario de fondo, la pregunta que se hacen los inversores tiene que ver con el cómo afectará el regreso de la inflación a los mercados. La primera consecuencia directa que ya se está apreciando es un aumento de la rentabilidad de los bonos a 10 años tanto de Estados Unidos como de Europa.
El treasury americano ha pasado del 0,8% de noviembre al 1,37% actual. El bono alemán también ha pasado del -0,6% negativo al -0,28% y en el caso de España también ha aumentado del 0,03% al 0,4%.
“Un análisis de los precios, las volatilidades y los diferenciales de los distintos activos sugiere que los mercados aún no están preocupados por el giro de la Reserva Federal hacia la inflación, sino que están comprando la caída fundamental y posicionándose para un crecimiento fuerte y duradero en el futuro”, aseguran en el último informe de Bank of America.
Por su parte, los expertos de ODDO BHF comentan que “un entorno más reflacionario suele coincidir con un viento de cola para los mercados de renta variable a través de un mayor crecimiento y un repunte de los beneficios por acción. Los analistas esperan que los beneficios por acción aumenten un 28% para el MSCI World en 2021”. Sin embargo, también advierten de que un aumento de la inflación podría provocar un cambio de liderazgo en los mercados de renta variable si las mayores expectativas de inflación hacen subir los rendimientos de los bonos. En el pasado, los valores de crecimiento han superado con creces a los de valor.