Señor Life, usted me ha entendido perfectamente.
Vamos a poner el mítico ejemplo de Epi y Blas, haciendo un guiño a esas infancias de principios de los 80.
Tenemos una empresa muy buena y va expandiendo sus ventas, y creciendo, y ganando rentabilidad, etc. Su valor intrínseco va a ir creciendo en $1 per share durante los próximos 5 años. Es la realidad de su buen posicionamiento en su sector. Se adquiere a $10 en este momento.
En un hipotético mercado con reflejo en precios del subyacente muchos inversores adquieren ahora a $10 y en 5 años el precio refleja $15 estando todo en orden. Los inversores ganan $5 per share al cabo de 5 años y todo encaja.
Lo que se gana en cualquier situación, la realidad intrínseca son $5 en 5 años. Pero evidentemente $5 también es la suma de $9 menos $4. Esto son los mercados clásicos de toda la vida. El smart money saca $8 en lugar de $5 y los alocados robinhoods pierden $3 en esos 5 años. En esta partida siempre ganan los de las cartas marcadas y para muchos incautos siempre es como la feria de Valverde, pero todo cuadra.
Ahora la situación cambia. Todo el mundo gana de $7 a $12 y realmente el valor intrínseco por la crisis covid a lo mejor no sube $5 en $5 años sino $4. Se obra así el milagro de Jerome Powell de Nazaret. Pero la FED no dice que se cambia el valor intrínseco, sino que va a apoyar la economía durante un tiempo. A ojos de los wallies esto viene a decirnos que Powell dice que en 5 años vamos a pasar de $10 a $20 porque él apoyará a la economía y por ende al sector donde opera la empresa. Pero Powell no dice eso. Dice que va a ayudar a que la progresión que llevaba esa empresa no se vaya al traste. Dice que va a apoyar para que de esos $5 de valor que iba a ganar en 5 años no se queden en $2 o en -$2.
Como siempre del dicho al hecho va un trecho y entonces una cosa es lo dicho y otra es lo que los oídos de Wall St quieren oír. Todo el mundo sabe que no vale $22, al menos el smart money lo sabe, pero mientras suene la música se custodia el papel mientras se van sumando plusvalías. En un momento dado Jay dejará de empujar el coche porque ya no hay tanta cuesta, primero dirá que parece que hay menos cuesta, luego dirá que si hay menos cuesta habrá que pensar en dejar de empujar, luego dirá cuando piensa empezar a soltar, luego soltará una mano, etc.
pero ojo amigos, que el coche que se estaba empujando a lo mejor era un mercedes clase E, no un Bugatti Veiron y algunos han pagado por este último víctimas de la ensoñación. Los amos del mercado saben perfectamente cómo es el coche y el número de bastidor, o tienen mecanismos para conocerlo antes que el resto, y una vez con las plusvalías aseguradas, cuando consideren que un gesto o frase de Powell es propicia, inundarán el mercado de papel y harán su profit, creando el terror en la contraparte, porque al fin y al cabo la única verdad es que el valor creado en cinco años es $4 y ni siquiera $5 con la crisis, aunque descontado con tipos bajos de interés algún tiempo pueda ser $5 o incluso $6, pero en ningún caso $22.
Quedan pocas noticias súper positivas por incorporar a la fiesta mientras es número de eventuales cisnes negros y otras especies avícolas empiezan a posarse en los tendidos eléctricos y telefónicos como en la mítica película de Hitchcock. Estoy valorando seriamente el uso de stops o ETFs ultra inversor para proteger el botín, quizás sea buen momento cuando el índice director marque los 4000...