Hola Fernando, pero ya sabes que lo importante no es tanto cuántos seamos, sino que hacemos y cómo actuamos los que somos.
Por lo que se ve, cuando uno tiene las necesidades primarias cubiertas y se adentra en satisfacer otras facetas del ser, eso de tener hijos como que pierde cierto sentido. Así que cuanto mejor vivamos menos nos multiplicaremos, o eso al menos es lo que está pasando en los países más desarrollados. Y si no ya se inventará algo.
Llegará un momento donde el caos será tal que no habrá más remedio que hacer un frente común mundial donde se regule la natalidad por ley, al final nuestros bisnietos y tataranietos vivirán entre 100 y 120 años y eso habrá que tenerlo en cuenta. Pero ya digo, antes de eso habrá caos y desigualdades brutales, lo que sucede en China o India en las últimas décadas es insostenible, algo se tendrá que hacer, por las buenas o malas o por ambas.