Creo que hay un paso previo al problema que planteas de elegir un fondo (o más) entre tantos como hay. O, en realidad, más que de un paso debería hablar de un proceso que puede ser bastante (o muy) largo. Y es plantearse la estructura de la cartera en términos generales, es decir, de grandes categorías de activos.
Para ello conviene empezar por adquirir ciertos conocimientos básicos sobre inversión y diseño (y mantenimiento) de carteras. Un clásico de referencia es el libro de Bernstein
Los cuatro pilares de la inversión (si bien está dirigido a un público estadounidense, por lo que contiene algunas cuestiones no relevantes para nosotros). Y familiarizarse con algunas carteras tipo, entre las que las más destacadas son seguramente la de Bogle, la Cartera Permanente de Browne y la All Weather / All Seasons de Dalio. Un blog divulgativo que puede resultarte útil para ello es el de
quenoteloinviertan (con la lupa, que apenas se ve sobre fondo gris, puedes buscar estas tres carteras). Y a partir de ahí y de tus preferencias, horizonte temporal y aversión al riesgo puedes configurarte un “armazón” inicial para tu cartera.
Lo siguiente ya sería seleccionar los fondos de inversión para llenar ese “armazón” (puesto que ya sabes lo que estás buscando y para qué). La fórmula habitual para materializar dichas carteras tipo es utilizar fondos indexados, que ofrecen una representación neutral de las referidas categorías de activos, sin introducir el componente “gestor”. Nuestro compañero rankiano
@dullinvestor ha elaborado y mantiene actualizado un magnífico excel con los fondos indexados (y ETFs y planes de pensiones) que tenemos disponibles y que comparte con nosotros (mil gracias). Puedes descargártelo
aquí.
Con eso tienes para construirte una buena cartera habiéndote centrado en lo fundamental, que es la distribución de activos (
asset allocation), de la que depende en su mayor parte (dicen que en un 90%) el perfil de rentabilidad y riesgo de una cartera. Luego, si tienes inclinación y tiempo, puedes seguir estudiando estilos de gestión e investigando fondos de gestión activa, una vez que tienes un marco de referencia claro en el que situarlos. Por ejemplo, si buscas un fondo para un determinado “casillero” de tu cartera, puedes filtrar con los criterios pertinentes en el buscador de
Morningstar o en el de la entidad con la que operes. Y también (muy recomendable) preguntar en este foro a los compañeros que más saben. O si por noticias o comentarios vienes a dar con un fondo que no conocías, puedes preguntarte cómo encajaría, si lo hace, en la estructura de tu cartera.
Y desde aquí puedes entrar ya en un proceso sin fin en el que constantemente seguimos aprendiendo y descubriendo algo. Por si con lo dicho anteriormente pudiera haber dado una falsa impresión, aclaro que el diseño de la cartera no es algo cerrado de inicio. Lo más probable es que con el tiempo uno la vaya modificando y reestructurando, según van evoluciando sus circunstancias y sus conocimientos. Afortunadamente, hoy por hoy podemos hacerlo con facilidad gracias a la traspasabilidad de los fondos sin peaje fiscal.