«51 UN NEGOCIO VA BIEN CON EL TIEMPO LAS ACCIONES
ACABARÁN YENDO BIEN».
Uno de los principios en los que confía Warren es en que si un negocio funciona
bien en lo fundamental a lo largo de un período prolongado» el precio de sus
títulos aumentará para reflejar ese aumento subyacente del valor de la empresa.
Y al contrario, si lo fundamental de un negocio no acaba de ir bien a lo largo de un
período prolongado, el precio de las acciones acabará bajando para ajustarse al
valor subyacente de la empresa. El valor a largo plazo de una empresa facilita
cierto poder de rectificación de la situación, en una y en otra dirección. Por ello
los títulos de empresas de Internet que subieron como la espuma durante la
burbuja tecnológica se desplomaron sin remedio cuando fueron incapaces de
generar capital a largo plazo. Y, por el contrario, las grandes empresas que vieron
diezmado el valor de sus títulos cuando la burbuja explotó se recuperaron de
inmediato cuando el mercado vio que su capacidad de crear capital permanecía
intacta.
Si adquiere títulos cuando su valor está por los suelos debería asegurarse de que
la situación económica de la empresa a largo plazo vaya a ser buena. Si lo es, y si
el negocio se comporta bien a largo plazo, los títulos subirán. Pero para que esto
suceda, el negocio debe ir bien, y para ir bien resulta de inestimable ayuda que el
negocio fuera un buen negocio desde el primer momento. The Washington Post
Company, Coca-Cola, Disney, American Express, General Foods, Wells Fargo,
Interpublic Group y GEICO eran empresas que mostraban un excelente
comportamiento financiero a su favor cuando Warren compró sus títulos, pero
que en ese momento se enfrentaban a un problema puntual salvable, a una
recesión del sector o a un mercado a la baja. En todas estas empresas, el valor a
largo plazo acabó provocando que el mercado de valores revalorizara felizmente
al alza el precio de los títulos.
os suena ?