No quiero darte una respuesta sencilla.
Copio uno de los post donde explico cual es mi hoja de ruta, para el petróleo en los próximos años. Se divide en tres partes.
Ten paciencia.
Las tres fases tras el peak oil.
Como he mencionado repetidas veces, el peak oil sucedió en Noviembre de 2018, en cuanto a máxima producción de petróleo en un mes y en promedio anual, existen discrepancias entre el año 2018 o 2019.
Tras la consecución del hito, es preciso delinear las consecuencias esperadas que traerá de forma irreversible, la caída en la producción de petróleo.
Complicando más las consecuencias de alcanzar el cenit, han aparecido al menos otros dos procesos, que tienen también una influencia a largo plazo. La pandemia y la invasión de Ucrania.
Todo el proceso que describe esta hoja de ruta, estará aderezado con una crisis financiera permanente, consecuencia de la política de ganar tiempo, incrementando la deuda mundial hasta extremos irrecuperables. La aparición de la inflación es el síntoma de una enfermedad que ya no admite antibióticos (mayor impresión de dinero) como remedio o medicamento apropiado. Aún así, es de esperar que el dolor causado por la crisis, sea tratado con más esteroides monetarios, mientras sea posible, en un movimiento de montaña rusa anticipado.
1ª). Desde el punto más alto (Noviembre de 2018), hasta 2025, estamos en esa fase de meseta con pequeñas diferencias en la producción, aunque con una suave tendencia a la baja, distorsionada con los efectos provocados por la pandemia.
En este periodo, la escasez de petróleo no es evidente, porque el sistema utiliza todos los recursos posibles para enmascarar las consecuencias.
Por ejemplo, la escasez empieza a ser abundante en los países del tercer mundo, pero pasa desapercibida para la población occidental. Una pequeña lista, pero que se puede ampliar a voluntad, solo para dar la imagen correcta de lo que pasa en el tercer mundo. No solo de combustibles, sino también escasez de electricidad (gas) con cortes.
Cuba.
Sudáfrica.
Zambia.
Egipto.
Siria.
Pakistán.
Sri Lanka.
Otras consecuencias afectan a la alimentación. Todavía no conocemos los efectos sobre el sector agrícola de la reciente crisis de los fertilizantes ( y la sequía), algo que probablemente se repetirá en los próximos años.
Por ejemplo, en España.
Volviendo al petróleo, en Occidente utilizamos los inventarios acumulados, incluidos los apilados para graves crisis, como la Reserva Estratégica de petróleo. Es evidente que no es una solución a un problema irreversible, pero permite ganar tiempo, mientras se buscan "otras soluciones".
Al mismo tiempo, se maximiza la producción, explotando los yacimientos hasta la extenuación, aunque el agotamiento sea el destino final de nuestros esfuerzos. Se invierte sobre todo en mantener la producción en los viejos campos supergigantes, a costa de acelerar su rápido agotamiento final, lo que será la consecuencia indeseada en la tercera fase.
En el caso del shale oil, los puntos de mayor productividad se han casi agotado en todas las cuencas excepto en el Pérmico. La proliferación de pozos en esta cuenca y la extensión de la perforación a las zonas menos dulces, de segundo o tercer grado, permitirá que el shale oil aguante hasta 2025, donde los buenos puntos del Pérmico, se acercarán al agotamiento, al mismo tiempo que la zona pierde presión y hace que los pozos se vuelvan gaseosos. La desesperación del gobierno americano, presionará a las empresas para acelerar la perforación de pozos menos productivos, facilitando dinero y un menor control sobre las deudas. En este punto, tendrán que lidiar con una opción u otra. O permiten subir los precios para que las empresas puedan seguir siendo solventes, a costa de generar más inflación, o subvencionan la producción a costa de la impresora.
Por otro lado, entre las consecuencias de la pandemia, el confinamiento y la restricción a los viajes, han contribuido en estos tres últimos años a la moderación en el consumo de China en mayor medida y al resto, en menor proporción, restringiendo la demanda.
La liberación de China permite al país aumentar el consumo de petróleo, justo en el momento del comienzo de las sanciones de Occidente al petróleo y derivados rusos. Menos mal, porque si no, el gap entre oferta y demanda crecería sin cesar. Lo malo es que nos toca a los europeos sufrir las consecuencias de una cierta debilidad en la oferta.
2ª). Entre 2025 y 2030 el shale oil empezará su descenso a los infiernos, al agotar los puntos dulces y aumentar la gasificación de los pozos. No se puede perforar una zona hasta la extenuación, sin cambios importantes en el subsuelo. Terremotos por la infiltración de las aguas residuales, aumento del ratio GOR (gas/oil), menor productividad, incremento de los costes si se produce un fuerte aumento de los equipos, al tener que perforar un gran número de pozos menos productivos, escasez de mano de obra, son consecuencias de perforar una zona madura. Y tampoco conseguirá detener la caída en la producción, por las especiales características del decline en los pozos de shale oil.
Una muestra de la caída de la producción que ya se muestra hoy día en el Pérmico, es este ejemplo de Delaware (Texas). Él descenso en la productividad por pie lateral esta siendo dramática, comparándola con años anteriores. Los pozos alcanzan una producción máxima en el segundo mes y a partir de ese momento comienza un rápido declive. Pues bien, el tiempo que se tarda en alcanzar una producción por pozo de 25 barriles ha pasado de 28-29 meses en 2016, hasta 13-14 meses en 2021, con una caída acelerada brutal. Cuanto más rápido es el decline, menor es la recuperación final de petróleo por pozo.
Parte de este decline será compensado por las nuevas producciones de Guyana, Brasil, Canadá, Irak, EAU y Arabia, pero al mismo tiempo, el decline prosigue en todos los campos del mundo.
El resultado de estos movimientos al alza y a la baja es un decline moderado en la producción, del orden de 1 millón o 1,5 millones de b/d de descenso, cada año hasta 2030.
Si al mismo tiempo, la demanda de países como India, China o sudeste asiático y África sigue subiendo, el gap entre oferta y demanda seguirá creciendo.
En este punto las presiones sobre los precios crecerán de forma importante, y si no se puede hacer nada sobre la oferta, las medidas a tomar deberán incidir muy directamente sobre la demanda.
Es en este periodo cuando veremos aparecer en cierta forma los racionamientos y las prohibiciones. Como en el tercer mundo, el consumo ya es muy bajo, estas medidas se tomarán sobre todo en Occidente. Va ser muy difícil evitar las huelgas, protestas, revoluciones y guerras, si el gap crece agresivamente. Sobre todo a partir de 2027-2028, donde gran parte de los proyectos de ampliación en Oriente Medio terminan y ya el declive es inmisericorde.
En Occidente se redoblarán los esfuerzos para acelerar la transición energética, al mismo tiempo que las prohibiciones y restricciones aumentan.
En este punto me gusta citar este artículo, que describe una visión pesimista (realista) sobre las renovables.
En la primera fase de la transición, ya nos advierten de problemas de sobrecarga en la red. Podemos pensar que en unos pocos años, los problemas se multiplicarán.
En Alemania, que no es país sospechoso de pertenecer al tercer mundo...
El responsable de la agencia de redes advierte de los cortes de luz provocados por los coches eléctricos y las bombas de calor
El presidente de la Agencia Federal de Redes, Klaus Müller, ha advertido que el creciente número de estaciones de carga privadas para coches eléctricos y bombas de calor podría sobrecargar la red eléctrica en Alemania. "Si se sigue instalando una gran cantidad de nuevas bombas de calor y estaciones de carga, se temerán problemas de sobrecarga y cortes de energía locales en la red de distribución si no actuamos", dijo Müller de "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung".
La demanda en Europa deberá caer con fuerza y en EE.UU., el decline del shale oil, empezará a apretar el consumo americano. Venezuela será objeto de deseo para extraer todo el petróleo que se pueda, al mismo tiempo que Canadá y México.
Europa no tiene esas fuentes y la desaparición del petróleo ruso no podrá ser sustituida en este periodo, por lo que el consumo caerá si o si.
Los precios del petróleo son difíciles de estimar, si se producen recesiones o depresiones continuas.
Es en este periodo cuando ya no se puede ocultar la escasez de petróleo, aunque se intentará hasta el final, duplicando los esfuerzos de amenazas con la "emergencia climática".
Otro de los acontecimientos importantes ha sido la invasión de Ucrania, y sobre todo sus consecuencias. La separación de Rusia y Europa es irreversible y también lo son sus consecuencias. Rusia puede tener un PIB insignificante, pero es una potencia en materias primas escasas. Petróleo, gas, fertilizantes, platino, titanio, uranio, etc, son imprescindibles para mover el mundo y no se puede prescindir a largo plazo de esta fuente. La política de Putin consiste en cambiar el sistema fiduciario occidental, para acabar con la supremacía del dólar y sustituir un medio de pago favorable a Occidente (el sistema actual permite comprar materias primas escasas en el futuro, con dólares o euros fabricados gratis en Europa o EE.UU), por otro medio que esté respaldado por activos duros como el oro o materias primas.
El experto Zoltan Pozsar ha escrito bastante sobre el tema a finales de 2022.
Este movimiento ya ha comenzado y se desarrollará plenamente en este periodo (2025-2030). Por supuesto supondrá una revolución y dependiendo de la respuesta occidental, es factible la aparición de guerras (en África, e incluso en Europa o Latinoamérica).
3ª). Desde 2030 en adelante.
La caída en la producción de petróleo alcanzará tintes dramáticos al agotarse los grandes yacimientos supergigantes de Oriente Medio y no encontrar sustitutos en los pequeños descubrimientos desde 2010.
La escasez afectará a todo el globo, sin excepciones. Solo los países productores podrán tener suficiente petróleo y las guerras serán inevitables. La caída en la producción de petróleo anual, pasará de 1-1,5 millones a 3 o 4 millones de b/d cada año. Los inventarios desaparecerán y se estará con una disposición al día. Es decir, habrá mucho días con las gasolineras vacías y el racionamiento será generalizado.
Otro problema que se extenderá en la fase anterior y desencadenará una crisis perpetua, es el final del sistema fiduciario occidental. Sin poder pagar en euros o dólares, el acceso al petróleo será complicado. Y la debilidad adicional producida por la pérdida de utilidad de la moneda fiduciaria, puede agravarse, si el estado imprime más moneda fiduciaria para pagar las pensiones, los gastos corriente e inversiones, generando una hiperinflación imparable al estilo venezolano.
Por ejemplo, el euro o la moneda sustituta en caso de destrucción de la Unión Europea, se utilizará para el comercio y pago local, pero no servirá para las transacciones internacionales con el otro bloque.
Es muy posible que para evitar disturbios, el paso al control total digital, implique la desaparición del efectivo y la creación de un pasaporte o carnet digital con el que controlar no solo los viajes, si no los diferentes racionamientos. En función de la aceptación por parte de la comunidad, los disturbios avanzarán hacia una revolución, con el peligro de desencadenar quiebras del estado, si el control se va de las manos.
En estos días vemos en Perú un ejemplo de la insurrección general, que se va extendiendo poco a poco, hasta hacer ingobernable el país.
Este post pretende facilitar una pequeña hoja de ruta sobre la próxima década, teniendo en cuenta algo que ignora la población media. Los acontecimientos y la toma de posición de Rusia son gravísimos. No hay vuelta atrás y Putin lo sabe. El peak oil ha sido el detonante de algo que no hubiera podido hacer hace diez años. Y China (India) es el primo de Zumosol que le permite aguantar las sanciones occidentales. Se ha formado un bloque que no asume la superioridad occidental y todos los enfrentamiento que implican a las grandes superpotencias, traen consecuencias en forma de importantes cambios. Si a esto le sumamos el peak oil y el resto de los ajustes en determinadas materias primas, tenemos un vuelco en la geopolítica mundial.
Veremos.
Saludos.
PD. Un ejemplo significativo de como se llega al cenit son las ventas de coches en EE.UU.
Parece evidente en este gráfico, que hemos alcanzado el límite en el crecimiento de ventas de coches, símbolo de mejora en la sociedad occidental. Pero es mucho peor si comparamos este gráfico, con el crecimiento de la población en el mismo periodo.
De 205 millones de habitantes a 330 millones. Por lo tanto, el automóvil per cápita ha descendido considerablemente, signo de decaimiento anticipado. En este largo periodo no podemos achacar al coche eléctrico la caída per cápita.
Saludos.
PD.
Zack, como te creo cuando dices que la consulta es sin recochineo, te pregunto.
¿Has visto algo que no te cuadre?