"Por cierto, también acepto consejos de como generar pérdidas. Por ejemplo, tengo 2 pesetas ganadas y para no tributar me compro un indexado y un indexado inverso. El que vaya mal le vendo y el otro me le quedo."
Hay que reconocerte que cuando le das a la almendra eres un tío creativo. Eso sí, dos inconvenientes muy grandes.
El primero es que a la larga siempre hay un gap entre un ETF y su inverso, con lo que ese gap podría anular parcial o totalmente del crédito fiscal (el 19% de la pérdida).
El segundo y más importante y que anula la utilidad de tu creativa idea. Cuando generes esa pérdida tienes dos opciones: a) Vender los dos ETFs, en cuyo caso la pérdida no te sirve de nada ya que solo te sirve para compensar la ganancia del otro ETF inverso, pero no para compensar otras ganancias; o b) vender el ETF con pérdidas para aprovechar el crédito fiscal, y mantener el ETF con ganancias, en cuyo caso estás asumiendo el riesgo de que dicho ETF pueda bajar y anule parcial o totalmente el crédito fiscal que habías conseguido.
La verdadera planificación fiscal se hace consiguiendo un crédito fiscal mediante operaciones con riesgo financiero 0. Es decir, aprovechando situaciones asimétricas.
Edito. La alternativa a) que planteo se podría conseguir mediante un fondo traspasble a un monetario. Es decir, por un lado contratas un fondo indexado al SP500 y por otro lado un ETF inverso al SP500. Cuando generes la pérdida en el ETF inverso lo vendes (para generar el crédito fiscal) y a la vez traspasas el fondo con ganancias a un monetario (sin peaje fiscal), de manera que anulas el riesgo de la operación. Pero no del todo, porque para funcionar debería perder el ETF inverso, y no al revés, y esto no lo puedes saber. Por lo que solo podrías hacerlo con dos fondos (directo e inverso), y de momento todos los inversos que conozco se comercializan a través de ETFs, no de fondos.