Hola Padrino:
Sólo por aportar mi punto de vista sobre los temas que has tratado.
Lo de la web/app de Myinvestor ha llegado a un nivel de problemática tal que, hace un mes, ellos mismos decidieron sacar un comunicado en twitter reconociendo que eran un auténtico desastre (ver enlace):
Yo que llevo años esperando una mejora en la calidad del servicio de Myinvestor para entrar como cliente me alegré mucho de que, por fin, reconocieran la catástrofe y prometieran públicamente cambios.
Sin embargo, me defraudo igualmente mucho que entre sus promesas de mejora no señalaran de forma concreta y específica el Servicio de Atención al Cliente (SAC)
Conste que estoy seguro que la mayoría de clientes (como es tu caso) no han tenido nunca ningún problema y no habrán necesitado, por tanto, utilizar el SAC. Pero cuando uno tiene un una incidencia o una duda importante, el buen funcionamiento de este servicio se convierte, de pronto, en algo realmente valioso (incluso vital). Al menos yo, es una cuestión que no soy capaz de obviar/normalizar.
Del tema de la seguridad en Myinvestor no voy a hablar mucho porque no tengo conocimientos para aportar nada valioso en ninguna dirección. En cualquier caso, huele que no son líderes tampoco en este apartado precisamente.
Y en lo que respecta a abandonar la gran banca comercial física y pasarse a la banca virtual, TOTALMENTE DE ACUERDO.
En la banca virtual casi me atrevería a decir que todo son ventajas (si el SAC funciona medianamente bien, claro):
-En primer lugar, el ahorro de costes permite que nos puedan ofrecer una rentabilidad mucho mayor en todo tipo de productos y servicios.
-En segundo lugar, uno evita tener que reunirse con ningún comercial físico (esos que se autodenominan engañosamente tus “gestores” o tus “asesores”) y, por tanto, corre mucho menos riesgo de terminar comprando equivocadamente el producto comercial que el banco esté promocionando en cada momento en su propio beneficio (y que tratan de venderte engañosamente como si fuera un beneficio, sobre todo, para ti).
- Y, en tercer lugar, en la banca virtual uno se ve mucho más obligado a leer detenidamente todo lo que firma (por lo pronto, no hay un comercial que espera que confíes en su palabra y que no te detengas leyendo la letra pequeña). Además, queda siempre un registro escrito más claro de todo lo pactado.
De hecho, yo no recuerdo haber visitado una sucursal física para mis propias finanzas desde hace más de una década y, en todo ese tiempo, cero problemas (Pibank, Cuenta Facto, Evo Banco, Openbank...). A estas alturas, para mí la banca física es ya sólo un recuerdo lejano y nebuloso,.. diría que casi como el recuerdo que tengo de la peseta antes del paso al euro.
Dedico estos últimos párrafos a
@cyeste por si le anima a terminar de dar el salto a la banca virtual. Todos hemos empezado poco a poco hasta terminar por perder el miedo. Además, Cyeste, lo vas a tener que hacer tarde o temprano porque el futuro pasa exclusivamente por ahí.
Saludos