En los primeros meses la banca optó por despreciar las protestas de sus clientes. Alargaban los plazos con negociaciones orientadas solo a desesperar a los afectados para que, hartos de quejarse sin éxito a los servicios de atención al cliente, acabaran por abandonar.
Después llegaron las demandas y la banca cambió de estrategia. Primero, recurriendo en cuantas instancias les fuera posible, después mediante las llamadas declinatorias cuestionando la competencia de ciertos juzgados. Siempre con el objetivo de alargar los procesos, ya que los tribunales estaban dando la razón a los afectados casi de manera sistemática y no por el producto en sí, sino por lo que los jueces consideraron falta de transparencia en la comercialización.
Algunos bancos continúan con esta estrategia, pese a que en el marcador de sentencia favorables ganan los afectados por goleada: 204-38. Sin embargo, algunos han optado por allanarse, es decir aceptar una sentencia a favor del demandante. Es el caso del Sabadell, que tras perder en Oviedo ha optado por allanarse en Avilés. Vistos los resultados, parece que algunos han optado por rendirse antes que aumentar las costas de los procedimientos y otros por llegar a acuerdos extrajudiciales pero se acabo el cachondeo de burlarse de los clientes además de haber sido miserablemente engañados.
Conclusiones a que han llegado algunas Audiencias: el diseño de los productos del banco y que el mismo ejecutó, obedeció a un previo estudio del mercado y las expectativas en la evolución de los tipos de interés.
Basado en esos estudios y previsiones se demuestra que los bancos diseñaron estos productos con la sola finalidad de enriquecerse engañando a los clientes.
Y esta muy bien que se demande como dices a la CNMV por haberlo permitido.
El que la haya hecho que la pague.
Suerte a todos.