Tengo un amigo personal que es notario, bueno ya éramos amigos antes de que lo fuere, y además es un tipo sencillo que sigue con sus amigos de toda la vida (y los nuevos), lo cual en ocasiones las personas cuando suben algunos peldaños en su vida profesional se pueden olvidar de amigos de antes (sé que en estos casos es lamentable, los amigos son eso, sino se convierten en amigos de conveniencias, por tanto no hablaríamos de amigos, sería otra cosa), bien pues a aun siendo un tipo muy reservado por su trabajo a veces me comenta que en ocasiones la gente (sin indicar nunca que gente ni porque) no pregunta nada de nada, a pesar que él intenta hacer especial mención a los temas que considera básicos, vamos que se puede llevar la impresión de que está hablando a unas paredes, y en alguna ocasión me ha comentado que el colectivo notarial en general agradece que la gente pregunte, aclarar dudas, porque su cometido como notarios es asegurarse de que las personas que firman son quienes dice ser, o actúan en nombre de una empresa y la ley así lo permite (poderes, facultades, etc.), pero además su cometido y no menos importante, es que lo que van a firmar haya sido comprendido y refleje exactamente por escrito los acuerdos a los que han llegado las personas.
Como ya dije en una ocasión el informarse y preguntar las dudas, y para el caso de las firmas antes notario, y supongo que convendrás conmigo en la pregunta respuesta siguiente:
¿Qué garantía nos da esto, la de no equivocarnos?, no, solo nos da la garantía de que sabemos perfectamente donde nos metemos, y a que nos comprometemos exactamente. ¿Y no tendremos sorpresas en el futuro?, es de suponer que alguna tendremos, pero bastantes menos, y para las que podamos tener, al menos podremos estimar o intuir con previsión y conocimiento.
Saludos.-