Compras reformas y vendes?
Sí, aunque con modestia, cautela y sensatez y no acumulo como ciertos youtubers que veo por ahí, que hacen cosas que me hago yo cruces. No obstante, en este caso sólo me he encargado de la compra y de la gestión de la reforma. El inmueble no es mío y la nueva propiedad no lo va a vender, sino a vivir en él. Aparte, es demasiado caro como para haber hecho yo esa operación. Cada uno ha de tener claro en qué liga juega.
Yo hace 3 años justo antes de covid que empecé a buscar, me alucinaba la horteradas de reformas que veía, que si me hubieran vendido el piso ese a reformar quitando la reforma o menos lo hubiera comprado de cabeza, pero se lo habían cargado con reformas muy personales, que si el baño rosa, que si el suelo de todo el piso porcelanico (que para alquiler ok, pero para vivir, pues quizá quiero otra cosa).. Entiendo el negocio y se de gente en Bcn que lo toca, pero creo que hay que ser muy "neutro" y tener mucha clase para que no pase lo anteriormente citado y más en el tipo de piso que comentas y el montante final de la operación. Hoy mismo he visto un piso recien reformado, pero que su suelo a mi no me valía para nada... y en vez de ducha yo quiero bañera, por ejemplo y que tampoco sabes la calidad de ejecución, etc. Hablo como comprador final.
Sí, hombre, la calidad se ve. Y, claro, hay que saber, tener conocimiento técnico, cierto buen gusto y no caer en extravagancias muy personales, que como tales y además caras que suelen ser, pueden hacer el activo invendible. No obstante, en importes medios, tampoco hace falta irse muy arriba en precios para tener detalles técnico o estéticos diferenciales. Tiene su miga pero tampoco es mecánica cuántica.
También se de varios conocidos que se los llevó la crisis del 2008, como se vendía todo, pues les pillo con varios pisos en reforma e rehipotecados hasta las cejas...
A mí el 2008 me pilló de asalariado en el mundillo, a punto de hacerme socio de mi jefe, opción que descarté inmediatamente cuando quiso embarcarme en una operación suicida que, como cualquiera con los pies en la tierra podía prever, le acabó mandando al arroyo. Esquivé la bala en una comida de la que todavía me acuerdo como si fuera hoy. Yo me quedé sin trabajo, y él casi sin vida, en sentido no literal, claro.