La presidenta del parlamento autonómico catalán, Carme Forcadell, ha recibido con todo el boato que requería la ocasión un ejemplar de la propuesta de Constitución para la república elaborada por un grupo de 17 personas (abogados, ingenieros y periodistas) que se autodenominan Constituïm. En el texto, se prevé un república presidencialista, sin ejército y con el catalán y el aranés como idiomas oficiales. El español, en cambio, tendría un "estatus jurídico especial", según el proyecto de norma, que "garantizaría" el derecho de los nacidos antes de 1977 a utilizar el español, tanto oral como escrito, en sus comunicaciones con las instituciones públicas.
Así pues, todos los nacidos en democracia deberán hablar y escribir en catalán por ley, hayan pasado por el sistema de la normalización lingüística de la escuela catalana o sean nacidos y educados fuera de Cataluña. Eso sí, la "Carta Magna" separatista prevé un fácil acceso a la nacionalidad catalana para unos y ciertas dificultades para los recién llegados. Se necesitarán cinco años de residencia legal continuada para disponer de un pasaporte republicano, pero los valencianos y mallorquines que quieran ser catalanes no tendrán más que pedirlo. Es más, la "Constitució" prevé que esa medida alcance también a los aragoneses de la Franja y a los murcianos de El Carche, la sierra de Abanilla, Jumilla y Yecla.
La extensión de la nacionalidad catalana supera incluso las fronteras de España y sus beneficios llegarían hasta a los italianos del Alguer, en la Cerdeña, a los andorranos y a los "nord-catalans" franceses, a pesar incluso de que el "principio de reciprocidad" no se reconozca en Italia, Francia o Andorra. En cuanto a los irredentos españoles que residan en Cataluña desde hace más de cinco años, la "Constitució" permite que puedan renunciar a la nacionalidad catalana si España no admite la doble nacionalidad. En cuanto a los catalanes de pura cepa que quieran ser sólo catalanes, la norma básica establece que no podrán ser privados de su "nacionalidad de origen", que es la española. Por si acaso.
Según el texto entregado en el parlamento regional, la república catalana no tendrá Ejército, pero sí un servicio de inteligencia de tal magnitud que le permitirá integrarse como un igual en estructuras como la OTAN. El tipo de república será presidencialista con un mandato de cinco años y Cataluña será circunscripción única.
Los diecisiete padres de esta carta magna fueron congregados por Santiago Vidal, el exjuez que consiguió plaza de senador por ERC el 20-D. Sin embargo, Vidal se retiró de la encomienda tras recibir el acta. El texto, que Forcadell no ha dudado en calificar como base de la futura constitución catalana, será objeto de estudio parlamentario.