El toreo en Catalunya era ya algo muy minoritario. Con una repulsa social mayoritaria, subsistía solo gracias a una minoría muy minoritaria de aficionados, como actividad de relleno de cierto turismo de gama baja, y como capricho nostálgico de un viejo millonario (el Sr. Balañá padre), que destinaba los beneficios de sus otros muy boyantes negocios a cubrir las pérdidas económicas que generaba la actividad taurina.
El sr. propietario de la Monumental sigue vivo. Más viejo, pero vivo. Y sus otros negocios siguen siendo rentables. Así que por mero empecinamiento y capricho personal, quizás sí se podría organizar algo.
Solo que en aplicación del resto de legislación y ordenanzas vigentes, la cosa no pasaría del mero "espectáculo taurino", al estilo Las Vegas, sin sangre y con banderilas de velcro.
´Toreadores´ con velcro en las banderillas
http://www.diariodemallorca.es/ultima/2009/09/16/toreadores-velcro-banderillas/503776.html
Vamos, amparados en eso del patrimonio cultural inmaterial, poco más que un circo, pero con animales en directo (cosa que en el resto de circos, ya no se puede hacer en Barcelona).
(Nota de reflexión: los taurinos podrían intentar dejar las corridas como excepción a las normativas de defensa de los animales, bajo el amparo que el toro de lidia no es exactamente un animal doméstico. Pero en tal caso, se olvidarían que el caballo sí lo es, indudablemente. Así pues, se hiciese lo que se hiciese, debería ser sin tercio de varas a caballo)
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!