Re: Catalunya-España 2015 (cosas que pasan)
Estás o están desinformados,... el Diplocat no es un organismo independentista,...anda!, buscad información, buscad!
Estás o están desinformados,... el Diplocat no es un organismo independentista,...anda!, buscad información, buscad!
ya sabes somos un poco tontos y no sabemos ...lo siento intentare aprender de los independentistas
saludos
PD es en tono ironico por si acaso no lo has entendido ja ja ja
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El 81% rechaza cambiar la Carta Magna para hacer un referéndum en Cataluña
Ainhoa Martínez, Madrid. Hace 7 horas 152
Encuesta NC Report / Reforma de la Constitución ►La mayoría de los españoles cree que el texto del 78 aún está vigente pero apoya que se hagan cambios ►El 68% apuesta por mantener el modelo de Estado actual y más de un 80 niega la «nación catalana» ►Más del 40 por ciento reconoce que no la ha leído y los más jóvenes piden que se vuelva a votar
Cuando la Constitución está a punto de cumplir la mayoría de edad se aviva el debate sobre la conveniencia de actualizar algunos de sus preceptos para adecuarlos a la nueva realidad del siglo XXI. Sin embargo, tal y como se deduce de la última encuesta realizada por NC Report para LA RAZÓN, el texto constitucional aprobado en 1978 y ratificado en las urnas por los españoles sigue siendo válido para una mayoría de los entrevistados. Así lo señala el 57,8% de los mismos, mientras que un 36% considera que ha perdido parte de su vigencia y que debe ser retocado. Por edades, el sector más joven –de entre 18 y 44 años– es el que se muestra más escéptico sobre su validez, mientras que este cuestionamiento se diluye en los rangos de edad más avanzados.
A pesar de defender su vigencia, existe el convencimiento, también mayoritario, de que el texto debe ser revisado. Un 65,7% entiende que deben reformarse algunos de sus preceptos para actualizarlos, mientras que un 28,9% no es partidario de tocar su contenido actual. Un 5,4% no sabe o prefiere no manifestar su posición al respecto. Por edades, existe una coincidencia total en la necesidad de su reforma, pues es la opción mayoritaria para todas las horquillas generacionales. Quienes manifestaron la conveniencia de actualizar la Carta Magna consideran que entre los aspectos que deben modificarse está, en primer lugar, la sucesión a la Corona (20,2%), que actualmente recoge la preeminencia del hombre sobre la mujer; la ampliación y aseguramiento de los derechos sociales (14,2%); la revisión de las competencias del Estado (13,2%); el acometimiento de la reforma territorial (10,6%); un estudio a fondo sobre el papel del Senado (6,5%) o la ampliación del capítulo de libertades (3,4%), entre otras (7,3%).
El principal desafío para acometer cualquier modificación en la Constitución es el amplio consenso necesario para llevarlo a cabo. Una mayoría (64,7%) demanda que durante esta legislatura los principales partidos políticos trabajen en este sentido. No obstante, existe un 30,7% que no confía en que este amplio consenso se lleve a cabo, quizá recelando de las intenciones de partidos como Unidos Podemos, que aspiran a acabar con lo que denominan el «régimen del 78». Sin embargo, existe confianza en el vigor de la Constitución, capaz de resistir al envite de los populismos. Un 67,7% cree que esta corriente política no puede hacer peligrar la Carta Magna, mientras que el 25,7% advierte sobre su amenaza. Un 6,6% no sabe o prefiere no manifestar su opinión al respecto.
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La revisión del modelo territorial es una de las demandas y, a la vez, desafíos que se plantean en una eventual reforma de la Constitución. Un 68,1% de los encuestados entiende que no se debe cambiar el modelo de Estado que recoge actualmente la Carta Magna, mientras que un 21,7% sí estaría a favor de retocar este aspecto. Cabe apuntar que el mantenimiento del esquema territorial actual es la tesis que se impone en todos los rangos de edad. Las asimetrías que existen entre las distintas comunidades autónomas también son un punto de debate, y una amplia mayoría –81,6%– considera que el texto constitucional debe garantizar un trato igualitario entre las diversas autonomías. Sólo un 13,7% es partidario de que se mantengan las diferencias.
Quienes han puesto en cuestión este modelo son principalmente regiones como Cataluña o el País Vasco, que quieren ver ampliamente reconocidas sus especificidades. Un 77,7% de los entrevistados considera innecesario dotar de más autogobierno a Cataluña en una eventual reforma de la Constitución, por el 17% que sí estaría a favor de este reconocimiento. Un 5,3% no sabe o no quiere responder a esta cuestión. Tampoco se muestran partidarios los entrevistados de incluir la denominación de «nación» para referirse a Cataluña, una demanda que no se circunscribe únicamente a partidos independentistas y que también abrazaría el PSC. Una incontestable mayoría –el 80,5%– sostiene un «no» rotundo a que se modifique la Constitución para introducir esta denominación, mientras que un 13,6% sí estaría de acuerdo en este cambio.
Un rechazo prácticamente idéntico suscita la idea de introducir en una eventual reforma de la Carta Magna la posibilidad de que Cataluña lleve a cabo un referéndum de autodeterminación. A ello se opone el 81,2% de los encuestados, mientras que sólo el 11,6% aboga por que la consulta soberanista tenga cabida en el texto constitucional. Un 7,2% no sabe o prefiere no manifestarse al respecto.
A pesar de ser la principal norma reguladora de la convivencia en España, la mayoría de los encuestados reconocen no haber leído «nunca» la Constitución. Un 46,6% se manifiesta en este sentido, por el 33,3% que dice haberlo hecho «parcialmente». Sólo un 15,5 por ciento presume de haberla ojeado completamente. Por edades, cabe destacar que son los mayores de 65 años quienes muestran un mayor desconocimiento de la Carta Magna, un 60,9% no la ha leído nunca, mientras que los jóvenes si la han estudiado al menos parcialmente.
Esta ignorancia también es extensiva a aspectos técnicos como el número de artículos (169) que tiene la Constitución. Un 58,5% reconoce no saberlo, mientras que un 9,5% sí acierta con la cifra. El 32% de los entrevistados no sabe o prefiere no responder.
La reforma de la Carta Magna en lo concerniente a la sucesión a la Corona es el principal punto de acuerdo que tanto a nivel político como social no se discute. La preeminencia del hombre sobre la mujer que recoge el artículo 57.1 es para el 65,1% de los entrevistados un vestigio de épocas pasadas que se debe eliminar. Un 26,2% no considera necesario tocar este precepto y acepta la redacción actual. Un 8,7% prefiere no expresar su opinión al respecto.
Como balance final de estos 18 años de Constitución, los entrevistados entienden que la Carta Magna ha sido positiva para la consolidación de la democracia. Un 69,6% se manifiesta en este sentido, por el 21,1% que se muestra crítico y la considera negativa para la supervivencia del sistema. Un 9,3% no sabe o prefiere no manifestarse al respecto. Por edades, la valoración positiva se impone en todas las horquillas generacionales, alcanzando su cota de mayor aceptación entre los mayores de 65 años (79%).
Los activistas defienden su "acción para reivindicar el etiquetado en catalán determinados productos cumpliendo la legislación vigente", explicando que se realizó para protestar contra la persistente negativa de muchos distribuidores de bienes y servicios de cumplir con las obligaciones establecidas por el Código de Consumo en Cataluña, que protege los derechos lingüísticos de los consumidores catalanes.
http://ecodiario.eleconomista.es/sociedad/noticias/8004918/12/16/Activistas-asaltan-un-Mercadona-y-etiquetan-en-catalan-sus-productos-a-modo-de-protesta.html
Es curioso, pero del artículo que "citas", dice literalmente:
"... cabe destacar que son los mayores de 65 años quienes muestran un mayor desconocimiento de la Carta Magna, un 60,9% no la ha leído nunca, [...] la valoración positiva se impone en todas las horquillas generacionales, alcanzando su cota de mayor aceptación entre los mayores de 65 años (79%). "
O sea, los "viejos", que son los que menos saben de que va eso de la constitución, son los más partidarios de la misma, y por lo que dice el texto, los que a su vez menos cuestionan la necesaria reforma.
A mi me da que todo esto no es más que un debate de taberna lleno de lugares comunes, donde abunda eso de "a favor del bien y contra el mal", alimentado en el concreto que nos tiene con "lo contrario de lo que digan Podemos y los catalanes".
Sobre el supuesto punto de mayor consenso en su reforma, acabar con la preeminencia del hombre sobre la mujer en la sucesión de la corona, ya puestos también se podría debatir el porque la preeminencia del primogénito frente a otros descendientes, quizás más capaces y motivados. Y además, el porque del monopolio unifamiliar en el ejercicio de la magistratura de la jefatura del Estado. Que internamente la nobleza aristocrática tenga sus normas anacrónicas, no lo discuto. Es cosa de ellos. Pero eso no debería afectar al desarrollo y ejercicio de una magistratura pública del Estado.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!