Re: Nueva Cruzada Españolista contra los Vascos
Venga...venga...que si me curro un hilo con semejantes ladrillazos como este... sobre Catalunya, se te caería la baba y "tó":D
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Juana III de Navarra (Pau 1549-1572) era hija de Margarita de Navarra y Enrique II “el sangüesino”, el último rey de la Navarra al sur de los Pirneos invadida entre 1512-24 por los españoles. Juana III era de la familia Albert-Labrit y fue la 38º reina de la Navarra Libre, vizcondesa del Bearne y Foix. Uno de sus primeros actos públicos como reina consistió en la jura de los Fueros de Navarra y la petición de la restitución plena del reino. Juana III negoció con Felipe II de España la devolución de la Navarra peninsular mediante un matrimonio. Felipe no era rey de Navarra, pero España tenía ocupadas militarmente todas las tierras vasconas del sur pirenaico.
El primer intento tuvo lugar en 1540 y contaba con el apoyo de los beaumonteses, en las negociaciones se pedía la devolución de la integridad territorial de Navarra ratificada en varios Tratados Internacionales (de los años 1016, 1127 ó 1177), lo que incluía: Alaba, Bizkaia, Gizpuzkoa, La Rioja, y los montes de Oca o Auca, hasta el olmo de Burgos (Atapuerca), además del pago de una indemnización por la usurpación del reino, así como la restitución de los entonces recientemente eliminados escudos de Navarra en los monumentos de Logroño. En 1561 recorrió Pamplona la noticia de la existencia de una carta del Papa Pío IV que exhortaba a Felipe II de España a restituir Navarra a sus legítimos reyes: Juana III de Nabvrra de la familia Albert-Labrit y su marido Antonio de Bourbon, conde francés de Vendome y aspirante lejano a la corona francesa, pero la rápida reacción de la corona española evitó que el hecho pasara a más.
El testamento del hijo de Juana III de Navarra y Antonio de Bourbon está en los archivos de Versalles. Se trata de Enrique III de Nabarra “el bearnés” (Pau 1553-Paris 1610), el cual se convirtió en una época convulsa en rey de Francia, subiendo al trono como Enrique IV, apodado en reino galo “el Grande”, “el buen rey” y “el navarro”. En su testamento, el bearnés deja bien claro que el reino de Navbarra es de sus mayores por vía materna, yendo la sucesión legítima a Isabel de Albret y Foix, hermana de Enrique II “el sangüesino” .
Manifiesto del rey Enrique III de Navarra y IV de Francia en el año 1607, según un documento del Parlament de Paris. A.N. Registre X1A-8646 Fº 43:
“(…) por nuestras cartas patentes del 13 de abril de 1590 hemos ordenado que nuestro dominio antiguo tanto de nuestro reino de Navarra, soberanía de Bearne y de Donezan, país bajo de Flandes que nuestros ducados, condados, vizcondados, tierras y señorías enclavadas en este reino fuese y PERMANECIESE DESUNIDO, distraído y separado de nuestra corona de Francia sin poder entrar comprendido ni mezclado si no es ordenado más tarde, o que Dios nos haya hecho esta gracia de darnos linaje y quisiéramos poder y a este fin para no cambiar el orden y formas observadas en la conducta y mantenimiento de nuestro dominio habíamos declarado nuestra intención que fuese llevado y administrado por personas distintas, así que como había estado antes de nuestro advenimiento a la Corona. Y sobre las dificultades que nuestra corte del Parlamento de París hacía de proceder a la verificación de dichas cartas.”
El día 19 de septiembre del año 1610, Louis de Bourbon (Luis XIII de Francia, hijo Enrique III “el bearnés”), educado en la Corte francesa por el cardenal Richelieu, efectuó públicamente en los parlamentos de Navarra y Bearne, su negativa incuestionable e irrefutable, de aceptar el rango de príncipe de Biana. Dicho acto, le hizo perder a él y sus descendientes, el derecho a posterior de ser monarcas de Navarra.
Así es como el llamado Edicto de Unión fue emitido por Luis XIII y aplicado de facto en 1620 por la fuerza de su ejército: “(...) por este Edicto, perpetuo e irrevocable, unimos e incorporamos dicha corona y país de Navarra y nuestro país y soberanía de Bearne, Andorra y Donezan, y tierras que de ellos dependen y que han acostumbrado de pertenecer en nuestra corona y dominio de Francia (...)”. El 15 de Octubre de 1620 Luis XIII, rey de Francia, ayudado por el cardenal Berulle, entró con una tropa en Pau, para proclamar la unión a la corona francesa de la corona navarra y del vizcondado de Bearne.
Los Estados de Navarra (las Cortes) que se reunían en Donapaleu en Baja Navarra, rechazaron el Edicto, pero fueron incapaces de hacer frente al poderoso ejército francés. En 1621 en el debate de los Estados de Bearne, se acordó por unanimidad declarar “traidores a la patria” a todos los que aceptarán el Edicto de Unión con Francia. Por tanto, ningún navarro ni bearnés tienen a los borbones como reyes, pues este es un acto de alta traición al Estado vascon de Navarra.
“En los siglos XVI y XVII, en España y Francia el absolutismo y la contrarreforma triunfan y se consolidan. Para las Cortes y Estados Generales de Navarra-Bearne, la “unión” a España o a Francia significaba el fin de las libertades garantizadas en sus Constituciones y la introducción de prácticas absolutistas, autoritarias y neofeudales; así se amortigua la brasa que desde 1512 y hasta 1620 se había mantenido encendida al Norte de los Pirineos después de la ocupación del Sur.
Pero la libertad y la soberanía no se extinguen ni prescriben y la voluntad de un pueblo de ser libre tampoco.
Pero la libertad y la soberanía no se extinguen ni prescriben y la voluntad de un pueblo de ser libre tampoco.
Esto es que eres libre para ser francs o español, pero de independiente nada de nada.
Pues no se que decirte...más que la historia de las diferentes naciones vilipendiadas que existen en España...no son queridas por el resto de españoles...que sólo quieren ver reflejada en sus libros la historia castellana e imponiendo su imperialismo cultural a toda costa.
Los catalanes sólo tenemos que alzar la vista hacia el este y el sur para darnos cuenta de como se las gastan los españoles por esas tierras...reduciendo a cenizas y en un tiempo récord parte de su cultura.
Por cierto, mañana estaré por tierras navarras y durante unos días visitaré parte de la cultura Navarra...mira por donde. ;-)
La voluntad de Navarra de volver a ser libre se manifesto entre las tropas carlistas vascas lo constataron, por ejemplo, los británicos Wilkinson y Somerville (1837 y 1839), los cuales relatan que Zumalakarregi estuvo a punto de aceptar la corona del país como “Tomás I, rey de Nabarra y Señor de Vizcaya”. El ayudante del general, el coronel de Vargas, se hizo eco de este rumor en sus memorias, rumor que corrigió en parte el prusiano Laurens (1839): "Zumalakarregi era el ídolo de su pueblo y se hablaba sin reparo de alzarlo con la corona de Navarra y hacerlo rey de los vascos. No era ésta, sin embargo, la idea de Zumalakarregi. No quería otra cosa que defender los derechos y libertades de su patria y esquivó aquel honor modestamente, dejando paso a su legítimo rey que se hallaba en Inglaterra" (Idoia Estornés Zubizarrreta 2008).
El historiador Pirala en el año 1835 dijo en Baiona: “no se sabe cuáles fueron las miras de Zumalakarregi, aunque hay barruntos para creer que se trataba de declarar la independencia de las provincias”. También desde las cuatro Diputaciones forales salió la pretensión de nombrarle a Zumalakarregi Tomás I de Navarra; así, a la vista de ciertas connivencias internacionales, se le pide que acepte ser nombrado “rey de los vascos”.
En el libro “Fueros y carlistadas”, Mikel Sorauren, señala que fue el general carlista Maroto quien sembró la desconfianza del pretendiente D. Carlos hacia Zumalakarregi, pues creía que miraba más hacia la independencia (autobiografía “Vindicación del General Maroto” de 1846). En esas memorias, el general carlista Maroto -jefe del ejército carlista tras la muerte de Zumalakarregi-, relata que en junio de 1839 la oficialidad del carlismo gipuzkoano le ofreció finalizar la contienda y proclamarse presidente de una república vasca de cuatro provincias, pero que no aceptó. El zuberotarra Agosti Xaho en su libro "Viaje por Navarra durante la sublevación de los vascos" de 1835, relata la situación política con frases tan contundentes como: “La independencia de la Federación Vasca se proclamará sin combate”.
La traición del murciano Maroto se consumó en el “Abrazo de Vergara” con entrega de las tropas al general liberal Espartero que puso fin a la contienda. La cuestión más importante de la Primera Guerra Carlista, es que cualquier iniciativa de Zumalakarregi para proclamarse rey de Navarra hubiese sido imparable. El pueblo había tomado militarmente toda Navarra , donde era soberano como lo había bajo el reino vaskón de Navarra, sólo un ejército superior en poder armamentístico, el español, así como una clase dirigente ajena a la voluntad mayoritaria del país, pudo poner freno a su poder libertador.
Los liberales navarros León Iriarte y Pablo Barricart, tambiense sublevaron por la independencia de NavarraA pesar de que la opción carlista para la defensa foral fue la mayoritaria entre el Pueblo nabarro, hubo una minoría que llevaron esa defensa desde el lado llamado “liberal”. En plena primera Guerra Carlista varios militares liberales se sublevaron junto a su tropa por los Fueros y la independencia del reino de Navarra. Es decir, no sólo los navarros implicados en el bando carlista o del pretendiente Don Carlos lucharon por sus Fueros e incluso por la independencia, también una parte de la minoría de navarros que se manifestaron a favor del modelo liberal y de la princesa Doña Isabel, pidieron el respeto a los Fueros, yendo algunos incluso mucho más allá.Empezó la sublevación el 26 y 27 de agosto de 1837, cuando estalló una sedición en la fortificación de Zizur Menor comandada por el coronel León de Iriarte, ex guerrillero con Espoz y Mina, y por Pablo Barricart, los cuales comandaban los batallones francos de Alta Navarra que peleaban contra los carlistas. Los sedicentes, nabarros del ejército de la reina española Isabel II y de su madre Cristina, se sublevaron contra las tropas españolas de ocupación, se hicieron dueños de Pamplona y fusilaron entre otros al ex virrey de Navarra y general de la reina el conde Sansfield, al que los sublevados atravesaron con sus bayonetas y dejaron desnudo durante 2 horas en la actual plaza del Castillo -en aquel entonces de la Constitución-. Dominada la sedición, Iriarte y Barricart fueron fusilados en el interior de la Ciudadela de Pamplona junto a otros dirigentes por orden del general liberal Espartero por haber intentado recuperar la independencia de Navarra:
“(…) considerando asimismo por las declaraciones testificales que se comprometió bajo su firma a seguir y llevar a efecto la conspiración que tenía por objeto la independencia de Navarra, cuyo documento confesó el mismo Iriarte haber firmado (…).Condena a la propia pena al comandante del Segundo Batallón de Tiradores Don Pablo Barricart, por resultar justificado: que se mantuvo al frente de su batallón cuando se pronunció la insurrección, y que en vez de contenerla, continuó a su cabeza y vino a Pamplona (…)”.Es el parte de la sentencia del Consejo de Guerra celebrado en Pamplona en 1837 contra el coronel León Iriarte, el comandante Pablo Barricart y el resto de las tropas sublevadas por proclamar la independencia de Navarra. También fueron fusilados 4 de los 8 sargentos condenados -pues los otros 4 sargentos amotinados habían logrado huir- y que fueron los que empezaron la rebelión.
Primero de todo, decirte que en ningún momento he hablado de "imposición del catalán" en el post al que haces referencia. No puedo hablar de imposición o no del catalán en territorio catalán, porque no conozco el tema y no me gusta hablar por boca de ganso.
Dicho esto, hablaba obviamente del vascuence y la verdad tenía en mente un caso evidente. Una amiga, madre de tres hijos (este dato es importante a la hora de necesitar un trabajo), filóloga inglesa, saca sus oposiciones y consigue la plaza de profesora de inglés en un céntrico instituto de Bilbao. Se le exige a posteriori, que en el período de dos años, se saque el EGA, misión prácticamente imposible. No lo saca y se queda en la calle.
Si esto no es imposición, venga el Aitá y lo vea...
Vuelvo a hacer constancia que la menda no tiene absolutamente nada contra los idiomas, NA-DA.
Un saludo cordial
¡Sed muy felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.
Los marinos baskones ya navegaban por todo el mundo conocido antes de la conquista aquitano-inglesa y castellana de la Nabarra marítima, como lo demuestran diferentes libros comerciales de Brujas de 1200 y los barcos nabarros en el puerto egipcio de Alejandría descritos por Benjamín de Tudela sobre el año 1170. Para finales de ese siglo XII, cuando toda la Nabarra marítima fue invadida militarmente por Aquitania-Inglaterra (1174-1193) y Castilla (1199-1200), la flota del Estado baskón de Nabarra era hegemónica en el Cantábrico y la armada la componían marineros voluntarios del vizcondado Lapurdi, tenencia de Iputz, señorío de Bizkaia y de las tierras enkartadas de Castro Urdiales hasta Laredo-Santoña (entonces frontera del reino baskón).
Las naves baskonas del siglo XII eran similares a las vikingas o normandas, aunque sin remos y algo más pequeñas, por lo que es posible que los baskones aprendiésemos a construir este tipo de nave de los “hombres del norte” o normandos, añadiéndoles notables mejoras. Eran naves construidas a modo de “tingladillo” de 20 metros eslora y una manga de 5-6 metros, a una sola vela, con un castillo o torre en popa, con flechaste y canasta o gavia en la punta del mástil como oteadero de barcos y ballenas, todo con la apariencia de los drakkar y snekkar escandinavos. Estos barcos baskones se conocen con el nombre genérico de “coca” que después fueron sustituidos por barcos de mayor calado. Los baskones nabarros fueron los primeros europeos, tras los vikingos, en navegaciones en alta mar. Fueron los navegantes baskones los que introdujeron el timón de codaste o de popa en Europa, llamado también a la “nabarresa” o la “baionesa”.
Los navegantes baskones, durante esos siglos, monopolizaban en gran parte el mercado marítimo atlántico y, según las “Crónicas de Flandes”, además de ser hegemónicos en la caza de la ballena (los únicos que la practicaban), transportaban de la Nabarra marítima lana, hierro y sus derivados como aperos o utillaje; de la parte aún independiente del reino baskón (La Sonsierra, Alta y Baja Navarra) hilados, badana y lona; del reino de Aragón azafrán y arroz; de la corona de Castilla-León lana, cereales, cuero, cera, azogue, hilados y sebo; del Al-Ándalus aceite de oliva, miel, azúcar y frutos secos, mientras que importaban paños y tejidos de lana y seda de Monpelier, Rouen, Gante, Brujas o de los puertos de Inglaterra.
Tras la invasión castellana y aquitano-inglesa, la actividad marinera baskona siguió pujante. En el “Libro del Buen Amor” del Arcipreste de Hita (1343), se describe la batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma y se dice: “cuantos en el mar viven vinieron al torneo, arenques y besugos vinieron de Bermeo”, entonces capital de Bizkaia. En las ferrerías baskonas se harán la mayoría de los cañones de la marina castellano-española, así como se harán sus barcos en los astilleros baskones. Por ejemplo la mayoría de los barcos de la derrotada “Armada invencible” (1588) o la nao "Santa María" que capitaneo la primera expedición Colón (1492), llamada primero “María Galante” (después “la Gallega”). Famoso fue también el ballenero baskón dedicado al comercio entre Londres y Burdeos comprado por 101 peregrinos ingleses y que bautizaron como el Mayflower, que tras arribar a Massachussets el 21 de noviembre de 1620, crearon la primera colonia permanente de europeos en Nueva Inglaterra, actual USA.
En el siglo XVI los astilleros bizkainos y gipuzkoanos son los más importantes de toda la península y probablemente de Europa. Aunque normalmente había un armador principal, en la aventura trasatlántica participaron con pequeños capitales gentes de todas las condiciones sociales, los cuales participaban en igual proporción de los grandes beneficios que reportaban las embarcaciones que regresaban. Casi todos los barcos eran de más de 40 toneladas, en 1571 en Bizkaia y Gipuzkoa había más de 85 barcos de 50 toneladas o más. Las "nave, navis, nao o nau" se construían de Baiona a Santander y que en el siglo XVII fue sustituida poco a poco por el galeón.
Los baskones no aprendieronla caza de la ballena de los vikingos, pues éstos aparecieron en las costas vascas sobre ese año 814 y el primer documento de balleneros baskones data del año 670 dentro del ducado de Baskonia (madre del reino de Nabarra), cuando 10 toneladas de saín o aceite de ballena son transportados por los baskones labortanos remontando el río Sena a la abadía de Jumieges, según una factura aportada en su día por Joseph Garat. Hasta entonces, sólo se aprovechaban las ballenas varadas en las playas. En el año 1059 la grasa de la primera ballena que se cazaba en el año en Lapurdi, se daba a su vizconde o tenente nabarro.
Tras la conquista de la Nabarra marítima, el 31 de diciembre de 1200 desde Toledo, el rey invasor Alfonso VIII obligó a los mutrikuarras a entregar a la Orden Militar de Santiago la ballena que anualmente daban hasta entonces al rey de Nabarra, recompensando así a la Orden su participación en la conquista de la Nabarra Occidental. A partir de la conquista, "los diezmos del mar" o impuestos a la actividad marinera, se controlarán desde Burgos donde estaría el "Consulado del Mar".
Todos los puertos baskones han tenido hornos para quemar el saín o grasa de ballena. En los siglos XIV-XV y XVI Pasaia (Gipuzkoa) era el principal centro ballenero mundial según relata Mikel Laburu en su libro “De mare Vasconum”.
Los baskones fueron siguiendo a las ballenas que iban desapareciendo del Golfo de Bizkaia hacia el Canal de la Mancha y el Mar del Norte y llegaron así los ricos caladeros del “Nuevo Mundo”, en concreto los de la isla de Terranova y la península del Labrador (hoy dentro del Estado de Canadá). Terranova y el Labrador fueron descubiertas oficialmente para los europeos por los portugueses Gionani Caboto y Joao Fernandes de Lavrador respetivamente (1497-98).
La canadiense Selma Huxley –principal investigadora del tema-, tras estudiar los archivos del antiguo condado de Oñate, determinó que los baskones sabían que iban a pescar bacalao y en Terranova se encontraron con ballenas que también cazaban.
En Terranova, además de cazar ballenas y pescar bacalao, los baskones dejaron topónimos y se relacionaron con los esquimales creando un idioma comercial, mezcla de los idiomas de los nativos americanos y el euskara. Lope de Isasti en 1625 comenta que si preguntas a las tribus nativas de inuts y mimak: “Nola Zaude?”, te contestan en pidgin:” Apaizak hobeto” (¿Qué tal estás? Los curas mejor), expresión no exenta de ironía que se conservó hasta el siglo XIX. La frase más larga conservada en este idioma comercial es: “Christ Maria presenta for mi balia, for mi presenta for ju buztana” (“Si Cristo y María me presentan la ballena, te daré la cola”).
Existen topónimos baskones de ésta época en Canadá, en concreto en la península del Labrador y Terranova: Port Aux Basques, Nouvelle Bizcaye, Ile aux Basques, Biskai Bay, Mikela Portu, Miquelon (Mikelune), Irutxulo, Barratxoa, Baye Ederra, Antton Portu, Portu Txarra, Balea Handia, Miarritz, Placentia, Amuitz, Burka Aundi, Etxaide Portu o Aingura Txar (Ingunachoix). Son, junto a Argentina, Chile y Colombia, los lugares donde más topónimos baskones hay en América, en correspondencia a la mayor inmigración vasca a estas tierras.
Los barcos baskones salían en primavera para volver con las primeras grandes heladas, aunque algunas veces pasaban en tierras americanas el crudo invierno. Hasta 2.000 baskones de Bizkaia, Gipuzkoa o Lapurdi estuvieron pescando en Terranova y el Labrador en una misma temporada, por lo que muchos fueron enterrados en aquellas lejanas latitudes.
Junto al desastre de la “Armada invencible” (1588) de Felipe II, el Tratado de Utrecht de 1713 supuso el final de la preponderancia marítima baskona. El Tratado de Utrecht dio carpetazo a la Guerra de la Sucesión Española con el advenimiento del francés el Borbón Felipe V de Anjou a España. En este Tratado, la corona francesa a la que pertenecía Lapurdi –ocupada en el siglo XV tras la Guerra de los Cien años contra los británicos-, dejó en manos inglesas la principal fuente económica labortana que era Terranova y confirmó la preponderancia marina mundial de los británicos por muchos años. En 1636 por ejemplo, Donibane Lohitzune (San Juan de Luz) tenía 18.000 habitantes, en 1755 la población se quedó en 3.387, hoy tiene 14.000, por tanto aún no ha llegado a recuperar la población casi 400 años después.
Estos historiadores sitúan la llegada los balleneros baskones al “Nuevo Mundo” sobre los años 1372-1375, pero no hay pruebas arqueológicas de ello. El euskaltzain A. Irigaray dijo al respecto: "Los vascos llegaron a Terranova en 1372; al mismo tiempo se dedicaron a la pesca del bacalao". El cetólogo belga Van Beneden nos dejó este texto recogido en el libro mencionado “La Navarra Marítima”: "Después de la caza de la ballena por la Mancha y el mar del Norte, los vascos, a finales del siglo XIV, año 1372, viraron hacia el oeste y vieron aumentar el número de ballenas, por su aproximación a los bancos de Terranova"(...) "En 1412 había pescadores vascos en Islandia, a donde huían las ballenas perseguidas por los balleneros".
Incluso se habla de un barco de Orio que llegó a la conocida como “Isla de los Vascos” en 1392 (Terranova, Ternua en euskera). En un congreso en 1993 en Pau (118 Congrès del C.T.H.S.), se dieron los últimos datos al respecto: en los siglos XIV y principios del XV llegaron a puertos ingleses pieles de castores que provenían de puertos baskones. Hasta entonces aquel abastecimiento se había hecho desde Rusia. La pregunta es de dónde sacaron aquellos baskones las pieles de aquellos animales que no eran rusos y que son tan comunes en América del norte como inexistentes en otras latitudes.
En julio del 2012 se dio a conocer el descubrimiento de un hacha en un enterramiento del Pueblo Hurón a 1.500 kilómetros de donde se cazaba la ballena (Whitchurch- Stouffville, a las afueras de Toronto en el Canadá continental), datado del año 1500: “De pescadores que llegaron a las costas de Norteamérica tras las ballenas y el bacalao, pescadores vascos que hablaban en euskera y se regían por leyes nacidas de sus propios parlamentos”, según recoge textualmente la publicación digital AboutBC. Esta hacha es el objeto europeo más antiguo hallado en tierras americanas. Hasta ahora se suponía que el primer encuentro entre los europeos y los hurones que habitaban los Grandes Lagos no se produjo hasta aproximadamente el año 1615, cuando el explorador francés Étienne Brûlé alcanzó el lago Ontario.
En una reciente visita a Bilbao (septiembre 2011), Stephen Augustine, jefe hereditario de los Mi´kmaq que representa a un territorio en el que viven unas 35.000 personas, señalaba que era descendiente directo del jefe de los Mi´kmaq que en 1610 accedieron a bautizarse en Port Royale, en Nueva Escocia, en un gesto de «aceptación mutua» ante Enrique III de Nabarra (reducida entonces a Baja Navarra-Bearne-Foix con sus territorios) y IV de Francia, una especie de tratado de amistad entre ambos pueblos.
Los balleneros baskones llegaron a Terranova y el Labrador a mercadear con los nativos y a pescar, los baskones como Pueblo nunca fueron como conquistadores a América, el Pueblo baskón tuvo un contacto amistoso y puramente comercial con los pueblos nativos americanos mientras que los españoles fueron a robar y a matar a los nativos americanos , porque eran un imperio genocida, que ademas de invadir Nabarra, invadieron el mundo entero .
"Los balleneros baskones llegaron a Terranova y el Labrador a mercadear con los nativos y a pescar, los baskones como Pueblo nunca fueron como conquistadores a América, el Pueblo baskón tuvo un contacto amistoso y puramente comercial con los pueblos nativos americanos".
SEGUN LAS PELICULAS DE MAERCIANOS LOS BASCONES, LE DABAN CANICAS A CAMBIO DE PIELES.
"mientras que los españoles fueron a robar y a matar a los nativos americanos , porque eran un imperio genocida, que ademas de invadir Nabarra, invadieron el mundo entero" POR ESO AUN QUEDAN NATIVO Y SIN EMBARGO NO QUEDAN BALLENAS.
Muy interesante. El escudo de la villa de Lekeitio algo tiene que ver con eso:
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Sancho VI el Sabio de Nabarra fundó en 1181 una villa sobre la puebla de Gastehiz, población arqueológicamente constatada desde la Alta Edad Media y que ya estaba amurallada en el siglo XI, su existencia está documentada reinando Sancho III el Mayor de Nabarra en la Reja de San Millán del año 1025, donde Gastehiz aparece escrita con “h” aspirada. Le dio el rey Sancho VI el Sabio de Nabarra a la nueva villa el nombre de Nova Victoria con "c", la cual finalmente perdió, seguramente por la dificultosa pronunciación para sus habitantes, casi todos euskaldunes o nabarros monolingües. El rey Sancho VI de nabarra dejó escrito: “Os doy esta Villa que se dice Nueva Victoria, con todos sus términos, poblados, yermos, los que al presente posee o en otro tiempo poseyó (…) el nuevo nombre de Victoria a la que antes se llamaba Gastehiz”.
Hay quien cree que el nombre se lo puso el rey Sancho en recuerdo de “Victoriacum”, ciudad fundada por el rey visigodo Leovigildo en algún lugar no determinado aún, el cual pudiera ser Vitoriano en el valle de Zuia a las faldas del monte Gorbea, idea que apoyó en 1927 Adolf Schulten (historiador, filósofo y arqueólogo alemán). Sería un intento frustrado de dominar estas tierras baskonas por los bárbaros germánicos de origen escandinavo. Pero esta posibilidad no tiene mucha consistencia, es más, la posibilidad de que los godos llegaran a Alaba no tiene base documental cierta y nula base arqueológica. En realidad, la duda se basa en una escueta frase de Juan el Biclarense, cronista godo nacido en el año 540, que dejó escrito que en el año 581: “Leovigildus Rex partem Vasconiae occupat et Civitatem quae Victoriacum nuncupatur condidit".
En el mismo texto el cronista sitúa poco antes a su rey Leovigildo conquistando Ejea de los Caballeros (Egessa escribe), hoy Cinco Villas de Aragón pero que entonces era una ciudad baskona. Siete años antes, Leovigildo se encontraba en Amaya, Burgos: “Leovigildo en el año 574 tomó la ciudad de Amaya, hoy existe Peña Amaya lejos del País Vasco, en Burgos-sur”, así lo escribe Santiago Segura Munguía en su libro “Mil años de historia vasca a través de la literatura greco-latina”. Por tanto, las dos ciudades casi seguras, Ejea y Amaya, están muy lejos del valle de Zuia fronterizo entre Alaba y Bizkaia, cerca del puerto de Altube.
El arqueólogo bizkaíno Agustín Azkarate comenta las diferentes opiniones de la historiografía sobre la posible ubicación de Victoriacum: “El ilustre historiador alemán [Adolf Schulten] se dejó influenciar sin duda por una corriente de opinión mayoritaria que, ya desde antiguo (P. Flórez, P. Henao, P. Risco, et.), venía ubicando la vieja fundación de Leovigildo con algún lugar de la Llanada alavesa, identificado unas veces con Vitoria y otras con Vitoriano (Zuia) o Armentia (hoy a las afueras de Vitoria-Gasteiz)”.
La idea de que el nombre de la ciudad provenga de la contraposición a una “Vitoria la Vieja” goda de la Llanada es sostenida por la Enciclopedia Auñamendi o por Tomás Urzainqui en su libro “La voluntaria conquista”: “La fundación de la nueva Victoria o Vitoria, fue acompañada del correspondiente Fuero otorgado en Estella el mes de septiembre del año 1181. Sancho VI el Sabio la llamó Nova Victoria, tal vez por diferenciarla de aquella otra Vitoria, llamada Victoriacum, que el año 581 levantó Leovigildo, situada sobre la Iruña (de Oka) del extremo occidental de la llanada alavesa”.
El propio Agustín Azkarate habla de los autores que propusieron la ubicación de “Victoriacum” en Iruña de Oka en la Llanada alabesa, antigua ciudad romana de Veleia " La opción alavesa ha ido ganando adeptos incluso en fechas recientes. En la actualidad, y desde que A. Barbero y M. Vigil propusieran una nueva ubicación para Victoriaco en Veleia (la vieja Iruña próxima a Trespuentes), la idea ha ganado adeptos, convenciendo al parecer a historiadores de prestigio como A. E. Mañaricúa o el propio J. A. García de Cortázar ”.
Es difícil de vislumbrar el interés de los godos por una posible puebla remota en las faldas del Gorbea de escaso valor estratégico y tiene mucho más sentido que la histórica y gran ciudad romana de Veleia tuviera interés para los godos, pero… para entonces Veleia estaba semi abandonada, lo que nos devuelve al mismo punto de origen.No parece a tenor de los datos arqueológicos recientes, que Veleia fuese una gran ciudad o estuviera siquiera poblada para finales del siglo VI cuando se escribe el texto de Juan el Biclarense. El dato seguro nos lleva ya del siglo IX, cuando se instala en Veleia (Vellegia) una sede episcopal, de la cual sabemos que uno de sus primeros obispos, de nombre Álvaro, falleció según la Crónica navarra de Albelda, en el año 888[3].
Es más en “Historia General de España, Crónica del Señorío de Vizcaya” (año 1865), el historiador Francisco Rodríguez García, comenta que, según San Isidoro de Sevilla (599-636), Recadero, hijo de Leovigildo, tan poco éxito obtuvo contra los baskones que “más parecía, haberse propuesto ejercitar los pueblos en la disciplina militar que alcanzar la victoria sobre las gentes con quienes guerreaba” “Los vascos no estaban sujetos al imperio (godo), sino absolutamente independientes, libres y obrando en todo como declarados enemigos de los godos y francos” .
Las últimas acciones por parte de Rodrigo inmediatamente antes de la invasión islámica (año 711), invitan a tomar en serio esta posibilidad (el reyezuelo godo “Rodil”, romanzado como Rodrigo, intentaba invadir Pamplona cuando los musulmanes llegaron a la península ibérica, por tanto se encontraban los últimos godos todavía muy lejos de dominar la Llanada alabesa. Iruña-Pamplona sólo fue dominada por los bárbaros godos entre los años 681-683, un siglo después del comentario de Juan el Biclarense.
En todo caso, es del todo improbable que esta discusión tan tardía sobre los godos en Alaba tuviera influencia alguna a la hora de elegir el nombre de la villa de Gastehiz por el rey navarro Sancho VI “el Sabio”, pues es muy improbable que éste pudiera conocer la cita de Juan el Biclariense y menos que la relacionase con Vitoria Vieja, es más, la corona navarra nunca se consideró sucesora de la goda, al contrario, los baskones que fundaron el reino nabarro fueron manifiestos enemigos de los godos a los que no estuvieron sometidos pese a las coletillas “perdomuit feroces vascones” y similares de la documentación de la época.
Parece acertada la idea de que el nombre de “Nova Victoria” fuese una contraposición a “Victoria Vieja” (si no, no tendría sentido el adjetivo), pero se trataría de una población renacida en Iruña de Oka a la sombra de lo que fue la antigua Veleia romana, seguramente gracias a la sede episcopal allí fundada en el siglo IX.
La existencia de una población llamada Vitoria Vieja en la Llanada tiene una base sólida en la crónica “De rebus Hispaniae” de Ximénez de Rada, coetáneo a los hechos y cronista del rey invasor Alfonso VIII que destruyó Vitoria en 1200, el cual habla de que el noble rey Alfonso obtuvo (sic) Vitoria, Ibida, Alava y Guipúzcoa y sus lugares fortificados y castillos, a excepción de Treviño que le fue entregado más tarde a cambio de Inzura. Asimismo entregó Miranda (de Arga) a cambio de Portilla. Adquirió San Sebastián, Fuenterrabia, Beloaga (Oiartzun), Zeguitagui, Aizcorroz, Aslucea, Arzorocia, la vieja Vitoria (Victoriam veterem), Marañón, Aussa, Athavit, Irurita y San Vicente. El propio Tomás Urzainqui en su libro “Continúa la irracional conquista” (Pamiela 2012) comenta que el sustituto del cronista castellano Ximénez de Rada, Gonzalo de Hinojosa, dejó escrito que: “Alfonso VIII ganó (sic) Sant Vicente e Sant Sebastián, a Fuenterravía, a Beloaga, a Aleuni, Arlucea, e Azcorrociam que llaman Vitoria la Vieja”.
El arqueólogo bizkaíno y experto en esta época, Agustín Azkarate, encontró las importantes tumbas de Aldaieta (Nanclares de Ganboa), que, junto a otras en Aistra (Haiztara), Zornoztegi o Alegria-Dulantzi (todas ella en la Alaba nuclear), demuestran el dominio continuo de baskones sobre toda la Llanada alabesa o “A-laua” y la nula influencia goda. El trabajo de José Luis Solaun Bustinza, recogido en su tesis doctoral sobre la cerámica alabesa alto medieval, remarca que “la necrópolis de Aldaieta evidencia ya un predominio absoluto de la cerámica común local”. No hay documento alguno coetáneo a los godos que nos haga siquiera sospechar de su presencia en Alaba.
Lo curioso de la obsesión goda de las historiografía española, es que en 1821 llegaron a Vitoria-Gasteiz y se instalaron en el céntrico parque de la Florida 4 enormes estatuas de 13 toneladas de los reyes Ataúlfo (supuestamente primer rey godo peninsular, a pesar de que no estuvo ni 3 meses en la península), Teudio, Sigerico y Liuva I, los cuales probablemente no pisaron territorio baskón. Estos reyes godos eran parte de 14 estatuas que se habían construido para la balaustrada del Palacio Nuevo de Madrid de los borbones y terminadas a finales del siglo XVIII, pero que no fueron del agrado del rey español Carlos III que pidió otras 94 más para repartirlas por toda España (Toledo, Ronda, Aranjuez, Burgos, El Ferrol o San Fernando de Henares), varias de las cuales también mandó a Iruña-Pamplona y a Vitoria-Gastehiz, aunque estas ciudades baskonas nunca fuesen sometidas por los godos.
Según una nueva corriente que cobra fuerza entre los historiadores de Euskadi es que si unas pocas decenas de balleneros vascos no conquistaron toda América fue debido a que muy posiblemente estos balleneros eran oriundos de Cantabria y no vascos como se pensaba hasta ahora.
Este pensamiento ha sido refrendado por diversos colectivos de historiadores guipuzcoanos para así explicar que no conquistaran ese territorio teniéndolo "a güevo". No obstante es de justicia, hacer mención del colectivo de historiadores vizcaínos que no comparten esta opinión, tal como recoge su portavoz:
- En nuestra opinión sí que eran vascos, no lo dudamos. Lo que pasa es que no serían de Bilbao, posiblemente eran de territorios situados más al este... Si hubieran sido bilbaínos no estaríamos ahora hablando de ir a visitar Nueva York sino Nueva Bilbao. Hostias!! - añadió.
Bromas aparte, quizás sea debido a que no lo intentaron. Esto dijo Unamuno, que no era nacionalista precisamente:
"La Compañía de Jesús y la República de Chile son las dos grandes hazañas del pueblo vascongado."
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Tu amiga cuando se presentó a las oposiciones ya sabía que debería ser poseedora de ese título o no?. Creo que es un dato muy importante para valorar.
Si ya lo sabía (o tendría que haberlo sabido)... no veo la imposición por ningún lado.
Pero eso es una imposición y una ventaja frente a los foraneos. En Madrid no te exijo para presentarte a unas oposiciones que conozcas las calles de Madrid al dedillo, por poner un ejemplo tonto.
Me parece que ese caso no es exactamente el de unas opocioones.
Por el conocimiento que tengo, se trata de ciertos profesores que fueron contratados bajo la condición de sacarse el EGA (un título habilitante de euskera) en un plazo de tiempo determinado. Es un título que no es fácil de obtener a menos que tengas un cierto dominio del idioma, y que te habilita para dar clases en euskera, idioma mayoriatariamente elegido por los alumnos de los institutos de Euskadi. Independientemente de todo esto, cuando se incumple un compromiso adquirido en un contrato, lo normal es que la otra parte lo rescinda, como les ha sucedido a los que incumplieron el compromiso de obtener el EGA.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.