Un día largo, lleno de idas y venidas y de sorpresas, muchas sorpresas. Tantas, que después de cinco días de consultas del rey Felipe con los principales líderes parlamentarios, hemos vuelto a la casilla de salida. Mariano Rajoy declinó en su entrevista con el Rey presentarse a la investidura. “No estoy en condiciones” y “todavía no tengo apoyos”, alegó. Una semana perdida, aunque no haya puesto en marcha el cronómetro para la convocatoria de unas nuevas elecciones.
El día comenzó con una partida de chinos, siguió con el golf y acabó con el juego de la oca. Por la mañana, Pablo Iglesias sorprendió a propios y extraños al anunciar que había informado a don Felipe de que apoyaría un Gobierno presidido por Pedro Sánchez, con él de vicepresidente. “Tres con las que saques”, parecía decir el líder de Podemos en su particular partida de chinos con el del PSOE.
Sánchez quedó descolocado sin saber cuántas monedas sacar en su respuesta a lo que algunos líderes socialistas calificaban de insulto o de humillación. El secretario general del PSOE piensa que puede cabalgar al tigre que tiene delante y se ha lanzado a la desesperada a formar un Gobierno “progresista”. Parece no darse cuenta de que Podemos busca explotar las contradicciones de sus oponentes (ya lo dijo en su entrevista en New Left Review) y ocupar su espacio hasta lograr la hegemonía de la izquierda.
Y de los chinos al golf. Dicen los golfistas amateurs que en algún momento del partido a todo el mundo le sale el hándicap. Cuanto más alto, más golpes fallarás en uno u otro hoyo. A Iglesias le sale el hándicap de la soberbia intelectual en cuanto le rascan un poco. Este viernes quiso perdonar la vida a los socialistas y habló de la “sonrisa del destino” que tendrá que agradecerle Sánchez por ser presidente del Gobierno. Y luego respondió con desprecio e insolencia a una periodista que le hizo preguntas incómodas: “Precioso abrigo de pieles el que lleva usted”, dijo queriendo descalificarla. Patético.
A la vista de los acontecimientos, el presidente del Gobierno en funciones decidió que todas las fichas vuelvan a la casilla de salida como en un juego de la oca. El presidente del Congreso, Patxi López, presentará el lunes al Rey una nueva lista para los contactos que se celebrarán durante la semana.
¿Cómo quedan los tres protagonistas tras el espectáculo de este viernes? Iglesias ha conseguido cambiar la agenda política prevista, aunque su actitud prepotente puede provocar una dura respuesta de los socialistas en el consejo federal del 31 de enero (a lo mejor es lo que busca). Sánchez se ha convertido en el centro de la atención y la presión ante la formación de un posible Gobierno, para lo que tiene que convencer a sus correligionarios. Y Rajoy, que este viernes parecía haberse quitado un peso de encima, ha reconocido su fracaso y, aunque dijera que mantiene su candidatura, apunta a que, antes o después, hará un Mas y se echará a un lado.