Re: ¿Qué tiempo le queda a Pedro Sanchez dirigiendo el PSOE?
un consejo, si extraes estos textos de alguna noticia de un blog o algún medio de comunicación deberías indicar la fuente.
Saludos.
un consejo, si extraes estos textos de alguna noticia de un blog o algún medio de comunicación deberías indicar la fuente.
Saludos.
al principio lo hacia pero llegue a la conclusion que si era de un periodico de derechas habia en el foro gente que por ser de derechas no lo leia...por eso llegue a la conclusion de no poner de donde procede para que asi al menos se tomen la molestia de leerlo y sacar conclusiones...je je saludos
Hay que poner siempre la fuente para, aparte de cortesía, por lo menos situar el texto en su contexto y evitar posibles manipulaciones o sesgos interesados.
No sé si nunca hiciste lo que dices que hiciste, todo puede ser, pero no lo recuerdo y..., llevo unos cuantos años aquí, y en este foro desde el principio..., permíteme que lo dude...
El poner la fuente no es condición sine qua non para saber de que esquina de la política proviene el texto, la mayoría de las veces con leer una frase (o el titular) basta y sobra...., por tanto tu conclusión es una entelequia..., dudo muy mucho que tus largos copypaste sean muy leídos, más bien al contrario. Conseguirías seguramente tu propósito con un pequeño párrafo inteligente e interesante que provocara la curiosidad..., evidentemente solo algunos se mostraran interesados, es inevitable cuando hay muchos intereses, ideologías, curiosidades diversas como es el caso de un foro de política.
mientras tu no pongas las normas en el foro jaumes permiteme que haga lo que quiera porque lo de prohibir ya lo hacen muy bien tus gobernantes catalanes....saludos viva la libertad de expresion
¿La libertad de expresión?, ¿sólo para ti?
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Yo no te he prohibido nada, haz lo que te dé la gana..., pero los muchos que te han reclamado lo mismo que se te recuerda por enésima vez, también merecen un respeto y la cortesía de la que te hablaba..., no sé si sabes lo que es...?.
(las prohibiciones, amenazas, sanciones, incomprensión, ataques, menosprecio, con la inestimable ayuda del TC y la fiscalía....vienen de otro lado, cerca de tí.)
menos prohibir mas libertad
"Es un robot. ¡Un robot emocional!" Uno de los principales valedores de Pedro Sánchez en su campaña para liderar el PSOE, que concluyó el 13 de julio de 2014 con su victoria frente a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, siempre recordará la frase de Felipe González sobre el ya ex líder del PSOE. "Es el único líder político que he conocido que no suda", dice que dijo el expresidente.
En poco más de dos años como líder del PSOE, Sánchez ha demostrado tener los nervios de acero y los arrestos para hacerle frente a los múltiples adversarios que surgieron en el partido. Los primeros aparecieron tan solo unos meses después de que fuera elegido. Desde Andalucía, un día se criticó la política comunicativa de Sánchez, que había llamado a Jorge Javier Vázquez, el presentador de Sálvame, en pleno programa por unas críticas que se estaban haciendo en el programa sobre la posición del PSOE sobre el Toro de la Vega. Era septiembre de 2014 y Sánchez recibía su primer rejonazo.
Desde entonces, las pequeñas críticas se multiplicaron hasta convertirse en un gran cuestionamiento. Su decisión de presentarse a las primarias del PSOE para la candidatura a la Moncloa fue vista con recelo por una Susana Díaz que nunca ha ocultado su deseo de dar el salto a Madrid, pero que siempre amaga sin lanzarse. Los resultados electorales no dejaron de empeorar, aunque el derrumbe del PP en las autonómicas permitiese al PSOE pasar de ostentar dos a siete presidencias. Podemos crecía hasta hacerle sombra a los socialistas y César Luena, número dos y secretario de Organización, comenzaba a aplicar su autoridad con puño de hierro y amenazando con imponer gestoras. Un ejemplo llevado a la práctica es la que en Madrid derrocó a Tomás Gómez, un cartel electoral dudoso pero refrendado, como Sánchez, por unas primarias.
NUNCA HA SUDADO
Sánchez ha perdido la calma en varios momentos, pero nunca en público. Políticamente, nunca se le ha visto sudar. Incluso en los peores momentos, sometido a toda la presión imaginable, como en el fatídico Comité Federal del pasado uno de octubre, tras el que compareció ante la prensa con cara extenuada pero sin titubear.
Sánchez, arropado por Verónica Fumanal, una experta consultora comunicativa, nunca superó uno de sus principales problemas. "No transmite. Es verdad que no llega. Sus mítines tienen contenido, pero no emoción", reconocía un miembro de su Ejecutiva durante la última campaña electoral. Sánchez, que apenas improvisaba se encontrase donde se encontrase, repetía su discurso mientras los periodistas que lo seguían lo recitaban a la vez, casi de memoria, esperando encontrar un matiz que les permitiese lograr un titular distinto cada día.
Sánchez alzaba la voz, gritaba en ocasiones, pero no tocaba los corazones de la mayoría de los votantes, que preferían a los dirigentes territoriales y a algunos candidatos a diputado.
LÁGRIMAS DE DOLOR
Este sábado, Sánchez dejó de ser un robot. Llevaba su texto escrito, pero al leerlo lloró de dolor durante los 11 minutos de discurso. Estaba escrito en letra grande en nueve páginas que trajo, tras pasar por el registro y presentar su renuncia al acta de diputado por Madrid, en una carpeta roja con las siglas del PSOE. Bajó la cabeza y paró varios segundos mientras decía esta frase: "No quiero dejar de expresar cuán dolorosa es la decisión que tomo. Durante semanas he tenido que meditar acerca de la defensa de distintos valores y niveles de responsabilidad. La decisión no ha sido fácil".
En esos instantes, se le humedecieron los ojos y se le entrecortó la respiración. Las cámaras de fotos disparaban sin compasión y los periodistas esperaban, en vano, para hacer preguntas. Mientras él luchaba por contener las lágrimas, a la que fuera la directora de comunicación del PSOE, Maritcha Ruiz, le resbalaban sin freno sobre las mejillas en un lateral de la sala, sin que ella pudiera hacer nada. "No puedo ni hablar", decía una diputada afín minutos después, al ser contactada por este diario. Los cercanos a Sánchez vivieron un éxtasis de dignidad muy doloroso. Los adversarios lamentaron las "lágrimas de cocodrilo" y el "egoísmo" de un Sánchez que sólo piensa ya en el próximo congreso interno del partido.
Sánchez llevaba varios días alimentando el suspense. Ha sido una constante durante su mandato. Le permitía dar golpes de efecto y sorprender a propios y extraños, siempre yendo un paso más de lo que pensaban sus adversarios. Hasta que Díaz consiguió una mayoría de firmas y sorprendió, ella misma y con ayuda de otros barones, a la Ejecutiva con la dimisión en bloque de la mitad de su Ejecutiva. Fue el fin de todo. "Pedro siempre supo que en cuanto hubiese Gobierno con Rajoy a la cabeza, sería su fin. Sólo podía ser o presidente o nada", explica un veterano socialista.
Este sábado se acabó el suspense. Bajó al registro del Congreso de los Diputados a presentar su renuncia al acta, compareció sin preguntas ante la prensa y se fue, con su jefa de prensa, rumbo al garaje. Allí le esperaba su coche, ese con el que hizo "kilómetros de socialismo" en la campaña de las primarias, cuyo lema parece casi una ironía del destino: "El socialismo que une".
"Hoy él puede echarse a la carretera, pero en unos meses verá, al darse la vuelta, que no le habrán seguido", explica un diputado socialista. Él emprende viaje rumbo al próximo congreso del PSOE tras dejarse unas cuantas lágrimas en la cámara baja donde Rajoy fue reelegido horas después tras 10 meses de bloqueo.
Quién le iba a decir al vendedor de enciclopedias Pedro Sánchez que en algún punto de su biografía tendría a toda España pendiente de él. Así sucedió este sábado, y él aprovechó su momento cumbre para anunciar que se despeñaba. Todo suicidio político es bonito y el de Sánchez no lo ha sido menos. Aunque el suicidio de Sánchez tiene dos peculiaridades. La primera, que se ha suicidado después de que se lo cargaran. La segunda, que seguramente volverá a la vida. No para resucitar su partido, sino para terminar de enterrarlo. Las cosas hay que hacerlas bien o no hacerlas.
EL ESPAÑOL ha celebrado editorialmente su “lección de urbanidad democrática”. Y estoy de acuerdo en la corrección de sus formas, en su dignidad, en su coherencia incluso. El problema es que todos eran ya gestos desde un suelo torcido. Sentirse más cerca de Podemos y los independentistas que del PP (en lo que este tiene, contra los otros, de defensor de la Constitución) es justo lo que ha hundido al PSOE. Sánchez es un tozudo capitán del Titanic que quiere retomar el timón, en pleno naufragio, para darle más fuerte contra el iceberg. No hay nada como una misión histórica, y la de Sánchez parece que es la de rematar lo que Zapatero empezó (a matar).
Quién iba a decirle también a Sánchez que emularía, desde su grisura, a dos figuras españolas legendarias: el Empecinado y el Cid. Al primero lo metieron en una jaula, como el propio Sánchez se metió en la jaula de su “No es no”. Esta frase, por cierto, evoca a la de “fútbol es fútbol”. Casi podrían fusionarse: el “no es no” es “fútbol”. Como señalé en otro lugar, aquí hay una clave de lo que es la militancia: su equivalencia con la hinchada. Por si hubiera que explicitarlo más, Sánchez dijo en su comparecencia que “siente los colores socialistas”. Con estos halagos a los suyos, Sánchez es algo así como un populista de la militancia. Aunque si esta se le entrega, habrá justicia poética: si se trata de liquidar al PSOE, que la militancia participe.
La otra figura es el Cid, que ganaba batallas después de muerto. Aunque está por ver que Sánchez las gane (me refiero a las batallas electorales, que la de acabar con su partido sí es probable –como hemos dicho– que la termine ganando). El Cid Sánchez, o el Sánchez Campeador, tiene además algo de jinete sin cabeza, lo que da a sus pretensiones épicas un toquecito gótico. Para el ambiente de Halloween viene fenomenal, y más con el nuevo presidente Rajoy: un muerto que, a diferencia de Sánchez, sí que goza de buena salud.
Un día después de dejar su acta como diputado, el ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha repasado su tiempo como líder socialista en el programa 'Salvados' de La Sexta y ha asegurado que tiene "ganas, voluntad y fuerza para volver a coger el timón" del partido.
En menos de una hora de entrevista, Sánchez ha tenido tiempo suficiente para subrayar su decepción personal y política con compañeros de partido, para reconocer que se equivocó en juzgar a Podemos y en no incluirle en el acuerdo que firmó con Ciudadanos para su fallida investidura o para asegurar que desde el sector empresarial se ha influido o tratado de influir a través de los medios de comunicación para evitar que se produjera "un entendimiento entre las izquierdas".
CONTRA EL PSOE
- Evole: ¿Cómo definiría el Comité Federal en una palabra?
- "Vergüenza (...) No me gustó ni en las formas ni en el fondo".
- “Dudé si teníamos que abstenernos. Me convencí cuando Rajoy me dijo que nos necesitaba también para gobernar". El exlíder socialista explica: "Lo que pedía al PSOE era gobernar de forma conjunta, dentro o fuera del Gobierno. Tuve una disyuntiva: o mantenía la independencia del PSOE o se producía algo inédito, una gran coalición. Opté por lo primero, no por lo segundo".
- “Cometí un error: firmar sólo con Ciudadanos y no con Podemos. Entonces todos jugaban a las segundas elecciones".
- "Creo que la crisis (de Cataluña) sólo se va a resolver votando, pero debe votarse sobre un acuerdo constitucional. Cataluña es una nación dentro de España, como el País Vasco, y esto es algo que tenemos que hablar para que se sienta integrada dentro de España".
CONTRA FELIPE GONZÁLEZ
- "No es Dios".
- "Con 30 años menos, Felipe González habría mantenido el 'No es No' a Mariano Rajoy".
- "Muchos de los militantes en 2016 no nos reconocemos en él. Sí en el del 82".
- "A Felipe no le engañé. Probablemente ha sido el dirigente con el que más he hablado en estos dos años y medio. Sí hablé con él de la abstención, pero no en los términos que él dijo. Mi compromiso político no lo asumo con Felipe sino con el Comité Federal".
- "En ese momento sí plantee que a lo mejor el PSOE se tenía que abstener. Lo hablé con otros dirigentes, como con Josep Borrell. Yo también quería desbloquear la situación política de nuestro país".
CONTRA SUSANA DÍAZ
- "Si Susana Díaz quiere liderar el partido, tiene la obligación de presentarse al congreso”
- Respecto a la presidenta de la Junta de Andalucía, Sánchez ha explicado que la relación era cordial cuando él fue elegido secretario general. Antes de ese momento, conversaron y él le ofreció su apoyo si se quería presentar al congreso como candidata. "Ella dijo que no, que se quedaba en la Junta, entonces le dije que yo iba a dar el paso y le pedí su apoyo".
- El PSOE no puede "estar pendiente de la agenda personal de un dirigente".
- "Creo que el socialismo andaluz tiene que reflexionar (...), tiene que tener el peso que tiene, el que le corresponde. Es necesario que el socialismo andaluz sea un factor de estabilización del socialismo español".
CONTRA HERNANDO
- “Fue una decepción personal la decisión de Antonio Hernando de mantener la portavocía del grupo en el Congreso".
- "(Hernando) Fue una de las personas que participó en la estrategia del 'No es No'".
CONTRA LOS MEDIOS Y EL PAÍS
- “Muchos medios están en manos de empresas que nada tienen que ver con los medios de comunicación”.
- "(En reunión con) Directivos de El País me dijeron que o gobernaba Rajoy o que no iban a ayudar a que hubiera un gobierno progresista".
- "Una de las explicaciones de por qué la línea editorial de El País ha sido tan abusiva e incluso insultante en lo personal, no sólo en lo político, es que pudiera haber un entendimiento entre las izquierdas".
- "Creo que ha habido responsables empresariales que han influido o han intentado influir a través de los medios de comunicación (...). Han trabajado para que hubiera un gobierno conservador en este país".
CONTRA TELEFÓNICA
- Sánchez: Algunos empresarios han intentado influir a través de los medios en decisiones políticas.
- Évole: ¿César Alierta?
- Sánchez: Sí.
IGLESIAS ESTÁ "IMPRESIONADO" PORQUE SÁNCHEZ PARECIÓ UN PODEMITA EN LASEXTA
OKDIARIO31/10/201609:04Pablo Iglesias se ha explayado este lunes sobre la entrevista de Jordi Évole a Pedro Sánchez en 'Salvados' (laSexta), donde el ex secretario general del PSOE dijo haberse equivocado al tachar de "populista" a Podemos y que no supo valorar en su justa medida el significado de ese partido.
Cuando se conoció el resultado de las elecciones del 26-J, más de un perverso consideró que el problema de Pedro Sánchez había sido no ser tan-tan guapo como se esperaba de él a esas alturas; peor: era menos guapo que en las de seis meses atrás. De aquella caída de ojos que por momentos (casi) había recordado a George Clooney saqueando un casino mientras fingía jugar a la ruleta, los gemelos titilando contra el hielo del bourbon al asomar bajo el traje de Armani, su apostura comenzó poco a poco a debatirse en un quiero y no puedo más parecido al de un anuncio de Just for men: atractivo, el muchacho, pero deglutido por un aura de apolillamiento que no invitaba de manera apabullante a la seducción. Sobre todo en esta Semana Grande del Traje Nuevo del Emperador que padecemos, en la cual, como bien sabe el monarca de Pontevedra, no es que el rey vaya desnudo: es que, para seguir reinando, lo conveniente es ser invisible. [Y de toda esta (i)lógica podrá inferirse fácilmente en qué lugar quedan, cara a la audiencia, las camisas del Alcampo.]
Si es cierto que el poder quema, la secretaría general del PSOE, que no deja de ser poder, prende como una pira griega siempre que dicho partido no está tocando el último y único poder al que aspira, que es la presidencia del Gobierno. De modo que, en tiempos de sequía electoral, el pedestal al que elevan al venerado líder deviene rápidamente en hoguera, y las monedas de quienes apostaban por él, en las monedas que habrá de dar, una vez fiambre y bien tostado, al barquero Caronte, centinela entre las dos orillas de la vida y la muerte. Que en el caso del PSOE parece tener siempre un mismo perfil de incógnita, o equis, bajo la capucha sombría.
Pero el mismo Pedro Sánchez constituye una incógnita aún mayor. Cuando emergió por esta orilla, hace apenas dos años –traído desde las sombras por los mismos que ahora lo empujan al agua–, resultaba diáfano, salvo para algún romántico de atar, que no era sino el hermoso títere de cartón piedra que Los Dueños de Todo Eso habían forjado para participar con garantías en el carnaval de la presunta nueva política. Con Pablo Iglesias predicando para los arrabales socialdemócratas y Albert Rivera haciendo lo que sea que haga Albert Rivera a uno y otro flanco de la polis; con el partido comprobando, elección tras elección (de las legislativas y de las otras, las que deciden rumbos y posiciones), que después de tocar fondo aún se puede seguir cavando, resultaba una emergencia encontrar a un candidato que los votantes relacionasen más con esos bríos de segunda Transición que con el bipartidismo bíblico que parecía haber saltado por los aires después de tres tertulias y dos telediarios (la carcoma parece trabajar muy rápido, pero siempre viene de lejos).
En ésas apareció Pedro, el Guapo. Convirtiendo en literal la expresión operación cosmética.
Si el poder político quema, y el no tenerlo quema aún más, hay un tercer factor que quizás supere a esos dos primeros juntos; o que multiplica, más bien, esos dos factores ad infinitum. Es la televisión. El piadoso lector recordará quizás cómo los últimos cuatro años de aznarato se convirtieron, televisivamente hablando, en una de esas eras de Juego de tronos en que el tiempo se cuenta por miles de años (una dinastía de portavoces, Cabanillas-Rajoy-Zaplana, que duró a thousand years); cómo algunos rostros, inéditos hasta el momento, de los gobiernos de ZP parecían haber estado ahí desde Verano azul tras sólo unas semanas en el cargo; cómo, en fin, con el Gobierno de Rajoy hemos perdido el sentido mismo del tiempo, porque vivimos atrapados en él, habitando el mismo día una y otra vez desde diciembre de 2011. A Pedro Sánchez, el viento inmóvil de esta era petrificada le ha hecho cosechar canas en la estepa negra y un viraje en el bronceado de la piel que por momentos ha presentado ribetes verduzcos; como en los ahogados.
Y como en los actores que han olvidado el papel, o que empiezan a improvisar en escena sabiendo que va a haber bronca del director. Aun así consiguió siempre mantener el tipo, y (aquí el verdadero enigma, el MacGuffin de la película) creerse el papel, o fingir muy bien que se lo creía. El verbo creer nos viene muy al hilo para su variante reflexiva en nuestro idioma: algunos podrían pensar que se tiene (¿tenía?) creído el ser guapo, pero lo admite sin afectación, con la misma naturalidad con que admitiría que es alto, o que tiene 44 años. Que para qué tanta falsa modestia con lo evidente. En televisión (en el escenario), le dijo sin reparos a Bertín Osborne, entre chascarrillos ibéricos, el pasado marzo, que sí, que claro que fue un pichabrava; hasta “los 30 o 31” años, cuando conoció a la que es su mujer, Begoña Gómez. Susana Griso le preguntó, en junio, si no le suponía un problema ser demasiado guapo: “No es mi caso. Soy guapo a secas”, respondió. Los dos rieron. Ella contraatacó –afirmando más que preguntando–: “Pero sabes que eres guapo”. Y Sánchez hizo una finta de sus tiempos con el Estudiantes: “Lo importante en política son las ideas”.
Cuáles son las ideas profundas, esenciales, de Pedro Sánchez es algo que no ha quedado demasiado claro, aun repitiendo a diario lo esperable de un secretario general del PSOE (nunca haremos eso que acabaremos haciendo muy a pesar nuestro) y aun con tanta televisión. Y tanta: en septiembre de 2014 llamó en directo al programa de Jorge J. Vázquez para pedirle que no dejara de votarles por la cuestión del Toro de la Vega (el alcalde de allí era socialista), y le prometió que jamás le verían a él en una corrida. Al programa de Pablo Motos ha ido dos veces, dos; lo cual no alumbra muchas esquinas en penumbra de su carácter pero sí da una idea de su fuerza de voluntad: hercúlea.
Lambán pide a Sánchez que se marche «con dignidad» y no estorbe al PSOE
Larazón.es. Zaragoza. Hace 1 hora 18
Lambán ha apelado a la dignidad de Sánchez para que no siga «insultándose a si mismo» y le pide que se retire «a un segundo plano» para «no interferir en la tarea de refundación».
om
Que lo echen ya....
El tipo dejó el escaño porque sino le iban a expedientar.
Pero de que vive este jeta?
Si no da ni golpe y está todo el día de vacaciones y de viajes.
zpedo si sanchez es como tu...ja ja ja
PD estaras contento de que rajao sea presidente