Así se adoctrina también en las escuelas de Baleares y de la Comunidad Valenciana.
En el
colegio público Ses Rotes Velles de
Santa Ponça (Mallorca) se prohíbe hablar en castellano delante de los alumnos. Durante la reunión de inicio de curso, la dirección pidió a las familias que se comunicaran en catalán cuando los niños estuvieran presentes en las conversaciones. La orden despertó reticencias, sobre todo entre los padres extranjeros y peninsulares, pero la solución que recibieron por parte del centro fue «expresarse por señas», tal y como denuncia el progenitor de una niña de seis años que no quiere que figure su nombre por miedo a represalias.
Se dan «situaciones de manicomio, como ver a un inmigrante haciendo mímica para tratar de comunicarse con el docente, o al maestro riñendo a los que hacen caso omiso», cuenta
Juan, un padre del
colegio Puig de Sa Morisca, en la misma localidad, donde también han pedido que no se hable castellano en presencia de los menores. Otra madre cuenta que recibió una reprimenda de la maestra cuando fue a recoger al colegio a su hijo de tres años. «Los saludé y le pregunté a mi niño en español que qué tal había ido el día. Entonces la profesora puso mala cara y le tapó los oídos al crío, para que no me escuchara hablar en castellano».
«Los docentes nos dicen que así los niños se esfuerzan por aprender la lengua, porque, si se enteran de que los maestros saben castellano, dejarán de comunicarse en catalán y la inmersión lingüística se irá al garete», relatan los padres.
La directora de Ses Rotes Velles,
Joana María Mas, no quiso aclarar esta insólita orden, pero insistió en que las familias se «acogen» al proyecto de inmersión lingüístico cuando eligen el colegio. Este diario se puso en contacto también con el colegio Puig de Sa Morisca para recabar su versión, pero fue imposible localizar al director. La
Consejería de Educación, por su parte, defiende estas instrucciones -«se actúa con normalidad»-, así como el trabajo de las llamadas comisiones lingüísticas de los centros, una especie de comisarios de la lengua catalana recuperados recientemente que se arrogan el derecho a imponer medidas para fomentar la lengua autóctona en colegios e institutos.
Tapar los oídos a los alumnos, que los padres hablen por señas e imponer el catalán en las conversaciones entre profesores son algunos ejemplos del adoctrinamiento tan extravagante y llevado al extremo que se da en las aulas. Ya no ocurre sólo en
Cataluña, sino también en
Baleares y la
Comunidad Valenciana, donde socialistas y nacionalistas gobiernan juntos.
http://www.elmundo.es/espana/2017/11/13/5a08bc0822601db8048b460e.html.