El castigo de Sánchez:
Madrid figura en la 12ª posición en vacunas recibidas cuando debería estar 3ª
Según el ranking de grupos potenciales de vacunación
Isabel Díaz Ayuso se ha quejado habitualmente del reparto de vacunas. Y la estadística no le quita la razón, al menos, desde el punto de vista estrictamente numérico. La población madrileña inmersa en las edades de vacunación sitúa a la Comunidad que gobierna la líder ‘popular’ madrileña hasta la tercera posición en el ranking nacional. Sin embargo, lo cierto es que los sistemas y criterios de reparto de vacunas establecidos por el Gobierno de Pedro Sánchez llevan a Madrid nada menos que hasta la posición número 12. Todo un empujón hacia abajo de difícil comprensión por la población de esta región.
Los datos son claros. Madrid cuenta con un total de 5.695.623 habitantes inmersos en los grupos de potenciales vacunados. Con esa cifra, la posición de Madrid en el ranking poblacional se sitúa en tercera posición sólo por debajo de Andalucía (7.062.213 potenciales vacunados) y Cataluña (6.531.658 personas).
Esos datos reflejan el conjunto total de población que debería poder acceder a las vacunas, aunque ya se ha anunciado que el objetivo oficial consiste en vacunar al 70% de la población, no a la totalidad.
Pues bien, con ese volumen poblacional, lo lógico hubiese sido que la posición de las distintas comunidades autónomas en el ranking de vacunas recibidas no variase demasiado, teniendo en cuenta que criterios de edad o de determinados grupos vulnerables puede alterar el reparto puramente proporcional.
Pero es que el caso de Madrid no es el de un leve movimiento en el ranking: es el de una auténtica patada hacia abajo: Madrid, con las vacunas totales entregadas a fecha del 20 de abril, figura en la posición 12 del listado.
El listado de número de vacunas
recibidas por 100.000 habitantes lo encabezan Asturias con 42.577; a Castilla y León con 42.153; a Galicia con 38.200; Extremadura con 36.531; Cantabria con 36.214; Aragón con 35.378; La Rioja con 35.065; País Vasco con 34.288; Castilla La Mancha con 33.049; Navarra con 32.600; y Cataluña con 30.958.
Detrás de ellos aparece Madrid con 29.079. Y, por detrás quedan Andalucía con 29.024; Murcia con 28.821; Comunidad Valenciana con 28.708; Canarias con 24.051; Baleares con 23.459; y, después, las dos ciudades autónomas (Ceuta con 22.666 y Melilla con 22.471).En resumen: Madrid pasa de la posición tercera en necesidad de vacunas, a la posición décimo primera en recepción real de dosis.
Esta situación explica en parte el problema de falta de ritmo de vacunación en Madrid. Y es que, como publicó OKDIARIO con datos hasta el 16 de abril, la Comunidad de Madrid tiene capacidad para inyectar hasta medio millón de dosis semanales de la vacuna contra el coronavirus, pero ese objetivo choca con la falta de disponibilidad de vacunas. Hasta esa fecha, la región sólo tenía aseguradas 157.900 vacunas de Pfizer para inocular por semana.
El viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, avisó el pasado viernes, de hecho, de que la Comunidad se vería obligada a cerrar los puntos de vacunación masiva si el Gobierno de Pedro Sánchez no facilitaba de forma urgente nuevas dosis.
Zapatero ha lamentado en diversas ocasiones la falta de información por parte del Ejecutivo.
En las últimas semanas, de hecho, la Comunidad de Madrid ha llegado a remitir una carta a la ministra de Sanidad Carolina Darias en la que se quejaba de que la recepción de vacunas era insuficiente.
«El objetivo de la Comunidad de Madrid, al igual que el del resto de comunidades autónomas, es vacunar y vacunar para inmunizar cuanto antes a la población», decía la misiva firmada por el consejero de Sanidad
Enrique Ruiz Escudero.
Escudero trasladaba, de ese modo, tres peticiones a Sanidad: eliminar la limitación de uso de la vacuna de AstraZeneca hasta los 69 años y ampliarlo a los mayores de esa edad; permitir que, de manera voluntaria y mediante la firma de un consentimiento informado, todos los menores de 60 años que lo soliciten pueden recibir también la vacuna de
AstraZeneca y, en su caso, para la de
Janssen y estudiar la priorización de la administración de primeras dosis de las vacunas disponibles.