Muy generoso te veo en tus apreciaciones. Hay científicos implicados, es cierto, pero dudo de cuanta ciencia exista en las medidas tomadas.
Hasta bien entrado el siglo XIX, cuando se tomaban esas decisiones de confinamientos era en base a unas premisas y evidencias: evitar que una zona epidemiada propagase y contagiase la infección a otras zonas y territorios aun no afectados. Era una medida "bruti-salvaje" (la política social de aquellos días era de pena, por definrla finamente), pero razonablemente eficaz en sus propositos. El problema venía en mantener el tiempo necesario la medida, si acontecían cosas como necesidades bélicas, caso de las epidemias de fiebre amarilla de 1810 (guerra de independencia), o cólera 1834-35 (1ª guerra carlista).
Curar no curaba la enfermedad, quizás seguramente en los territorios afectados incluso perjudicaba. Pero evitaba la extensión y contagio.
Respecto de nuestros confinamientos S XXI, no hace un año aun de sus duraciones, y ya nos han explicado tres causas o razones "científicas" muy diferentes para justificar la medida.
Primero nos dieron la murga con aquello de aplanar la curva, que como muy bien se explicaba en los inicios no consistía en evitar casos, sino en meramente enlentecerlos, para que así los servicios sanitarios pudiesen seguir trabajando con una cierta calidad y confortabilidad.
Ya vimos lo que sucedió, y considerar que los servicios sanitarios pudieron trabajar con calidad y confort es una broma macabra.
Luego intentaron recuperar un poco de la ortodóxia clásica, por aquello que los confinamientos eran un instrumento no de gestión sanitaria, sino de gestión territorial de una epidemia. Y en todo el mundo, bajo uno u otro nombre, apareció aquello de los semáforos, o las fases en que estaba cada zona, y que si podías moverte semi-libre entre zonas iguales o no, y todo eso.
Tanto en España como en Italia, o Cuba, o Chile (o cualquier pais de donde pudieses obtener datos vivenciales reales), la cosa fue un caos, un cachondeo y una entelequia irrealizable.
Además, incluso a pesar de las grandes restricciones vigentes en cuanto a viajes, traslados, PCRs recientes y demás, la aparición Y EXTENSIÓN de nuevas variedades ha cundido como si nada impidiese su propagación (evidencia empírica que las medidas de restricción de la movilidad NO son efectivas frente a este virus).
La celebérrima variedad británica, apareció en septiembre (es cuando fue registrada y reportada su existencia allí), pasó a ser significativa, pero minoritaria en diciembre (es cuando se lanzó la señal de alarma internacional), y ahora está presente y abundosamente en toda Europa occidental. No es que haya habido precisamente un flujo turístico generalizado con UK.
Como los dos pretextos previos se demostraron falaces (el confort y bienestar de nuestros sanitarios, la evitación de la propagación interterritorial de la infección), llegó entonces la tercera causa, razón o explicación: confinar cura. El confinamiento porquesí, como medida de tratamiento sanitario profiláctico.
Se parte de la evidencia de los datos (sí tenemos tanto SARS-Cov2, y tanto COVID-19, y tantos fallecidos, pero.... si no confinasemos tendríamos muchísimos más).
Se hace una afirmación falaz comparando con un futurible indemostrable, y apañados.
Y claro, sabiendo que dicha fanfarronada no será temeraria, ya que a pesar del exotismo y novedad de este virus, su comportamiento es como todos los demás comportamientos de este tipo de fenómenos biológicos:
Hará lo que haga, pero su comportamiento gráfico será sigmoidal, aparecerá, subirá exponencialmente, y luego (hagas lo que hagas, incluso no haciendo absolutamente nada), irá tomando un comportamiento logarítmico hasta tender a una asíntota.
Se trata (políticamente) asociar la fase de curva logarítmica (que siempre se producirá) al logro político de las medidas implementadas (la que sea, es un mero trampantojo que ya se encargarán los medios afines de "afinarlo").
Así que tenemos tres razones "científicas" para unas medidas de salud pública propias de inicios del siglo XIX, en poco más de 10 meses:
.- Confort y calidad asistencial de nuestros servicios sanitarios (broma macabra donde las haya)
.- Evitar propagación interterritorial de epidemia y sus variantes y demás (cepa británica, sudafricana, brasileña,.......)
.- Lograr el comportamiento logarítmico de una propagación epidémica, incluso disminuyendo su asíntota (tiene tanta base científica como sacrificar un cordero al caer la noche para que al día siguiente vuelva a amanecer).