En Consum me han informado bien. Lo que yo quería decir es que SI TE NIEGAN EL ARBITRAJE, O NO LO ACEPTAS PORQUE NO TE CONVIENE, siempre puedes recurrir a la vía judicial. Supongo que el redactado de la frase es ambiguo y puede dar lugar a interpretaciones dispares, por lo que pido disculpas por la confusión y os agradezco las aclaraciones, Wolfang y Ff_pp. Ah, y tengo en gran consideración vuestras opiniones, por supuesto, porque yo carezco de cualquier conocimiento. No me cansaré de dar las gracias a todos los que aportan información en este foro, auténtico salvavidas para muchos que intentamos estar un poco al corriente del asunto.
El proceso creo que es el siguiente:
1.- Solicitas arbitraje y presentas argumentos y documentación.
2.- En unos meses recibes respuesta: se acepta / no se acepta
3.- Si se acepta, te llaman de CX y te proponen una cantidad a devolver
4.- Alegaciones finales y firma ( aquí ya no hay vuelta atrás )
5.- La Junta arbitral de Consum dicta Laudo definitivo.
¿ Es correcto ?
Por lo que tengo entendido, se supone que si te lo aceptan y firmas porque estás conforme con la cantidad a devolver que te proponen el laudo definitivo es en la inmensa mayoría de ocasiones a favor del cliente.
Una cosa interesante es la que ha comentado Wolfang, la de pedir que un abogado te haga las alegaciones para el arbitraje. ¿ Te refieres a alegaciones a presentar en la solicitud previa de arbitraje en forma de anexo, o en la hipótesis de que te lo acepten y firmes, antes del laudo ?.
Veo que os fiais más de los abogados y la vía judicial que del arbitraje, lógico, pero ¿ no creeis que vale la pena intentar el arbitraje a ver si hay suerte y te lo conceden y luego decidir ?. Y los que habeis presentado o vais a presentar solicitud de arbitraje, ¿ PENSAIS QUE ES RECOMENDABLE ENTREGAR LA ORDEN DE SOLICITUD DEL PRODUCTO, O QUE ES MEJOR "ESCONDERLA" DE MOMENTO ?.
PD.- Por cierto, respecto a lo de los abogados de CX, he tenido ocasión de leer una de las carta-tipo que envían cuando hay arbitraje de por medio y es para mandarlos a la hoguera por la sinvergüencería que muestran al decir que sí, que sabías lo que contratabas. Pero no hay que hacer caso, es lo que dicen a todos, aunque luego se lo tengan que tragar.