Sin embargo, este tipo de actitudes empresariales tienen un problema muy gordo, y es que no generan precisamente confianza, y los que deben financiarlas tienden a huir de ellos como la peste, con lo que la generación del concepto empresa brilla por su ausencia y podrán seguir existiendo si cuentan con sus propios recursos o la idea es al puro estilo Gordon Gekko en una película de hace dos décadas, norteamericana protagonizada por Michael Douglas y dirigida por Oliver Stone, en las que lo único que se pretendía era “lavarles la cara” y véndenlas a trocitos a verdaderos empresarios.
El magnate decía cosas cómo:
“"La codicia, a falta de una palabra mejor, es buena; es necesaria y funciona. La codicia clarifica y capta la esencia del espíritu de evolución. La codicia en todas sus formas: la codicia de vivir, de saber, de amor, de dinero; es lo que ha marcado la vida de la humanidad.."
“Lo que importa es el dinero, el resto es conversación."
“Si quieres un amigo, te compras un perro.”
“Las comidas de negocios son para gente débil.”
“Cuando trates de dinero, controla tus emociones.”
“La cosa más valiosa del mundo es la información ¿no te parece?.”
“Yo no creo riqueza. Yo poseo.”
“Yo no soy un destructor de compañías. Soy su liberador.”
"El dinero es una puta que se acuesta contigo pero nunca duerme"