A mí me parece que se toma de una manera excesivamente personal, que te lo tomes tú así es normal, es tu dinero,pero para él es trabajo, y la verdad me sorprende, en todo caso …………….. analicemos:
Confianza en la entidad: tu firmaste un contrato, y en virtud del mismo (y no olvidemos de la regulación legal que conlleva) no te pueden dar el dinero, porque las circunstancias del mercado han cambiado, esto te guste o no resulta que lo tienes que aceptar, vale, de acuerdo, pero de la misma manera que ellos tienen que aceptar la regulación de valores que dicho contrato tiene, que recordemos los has firmado tu (el contrato) pero ellos también, y aquí en tu caso concreto parece que hay dos raseros, el tuyo y el suyo, si hay un contrato es de obligado cumplimiento para ambas partes, a no ser que se pueda demostar que el mismo tiene errores de forma, los cuales quien tenga poder para ello (SAC, CNMV o Juzgado) procederá en consecuencia.
El abogado no da miedo: Vale, ahora que por aquí se está celebrando esta fiesta tan norteamericana de Halloween, tal vez se haya confundido, los abogados no suelen dar miedo, bueno puede que alguno sí, pero la mayoría se limitan a defender las leyes y normativas o su interpretación, sea a favor del cliente, de la entidad o de todos los españoles en el caso de la fiscalía, por tanto hay que decirle seguramente que no se trata de miedos, se trata de que hay un contrato que tu cumplirás si está ajustado a derecho, y ellos igual, que recuerden que lo firmaste tu, pero a la vez ellos también, y que él puede opinar que la entidad tiene la razón, lo cual respetas, pero por la razón que sea él (director de oficina) no es juez y ni siquiera arbitro, de comento el “arbitraje” lo tiene el Sac o lo tendrá en breve, y en su caso la CNMV, que tu orden es clara, concreta y concisa, y él sabrá si debe darle curso o no, ahí no puedes mediar, pero que si no se le da (el curso) se busca probablemente un marrón de tres pares.