Re: Guía "de andar por casa" para la venta de participaciones preferentes
Todo el capital de una empresa o banco es de los inversores, sean accionistas o en este caso preferentistas, incluso los resultados de años anteriores no distribuidos vía dividendos es propiedad de los socios (aquí solo de los accionistas, los prefentistas no), o en el caso de las cajas de ahorro aplicados a su obra social, es lo que conforma el capital de una empresa, o sea sus socios, y en este caso los preferentistas sois accionistas por llamarlo de alguna forma. Las preferentes al final es como un tipo de acciones pero que tienen el rendimiento establecido de antemano, a diferencia de las acciones ordinarias que tienen un rendimiento variable (en función de los resultados de la entidad, y las decisiones de remuneración que se determinan cada año en la junta general ordinaria de accionistas).
Si bien cuando una compra acciones sabe perfectamente lo que son y su exposición al riesgo, en el caso de preferentes, habrá casos, puede que sea el de muchos (o todos) los que estáis escribiendo por aquí, por el cual "se les ha /se os ha" metido a accionistas con rendimiento preferente sin ganas de serlo, y sin la información necesaria en la contratación, o al menos parece que bastante insuficiente (la información previa).
Una caja de ahorros a diferencia de un banco es y así ha sido al menos el los últimos años, muchos años, que en lugar de pagar dividendo a los accionistas (los dueños del banco) al igual que cualquier empresa grande o pequeña, el dinero se destina a la obra social en una parte, la otra, la que no se distribuye a los accionistas (o en este caso a la obra social) pasa a engrosar la cifra de reservas de la entidad, y esto es exactamente igual en un banco, una caja, una compañía de comunicaciones, un fabricante de maquinaria o una petrolera.
Por ello a menudo hay quien piensa que al tener obra social, en cobrar comisiones, intereses, etc. Una caja debería ser mas “permisiva”, repito por su labor social, y esto es confundir los temas, una caja de ahorros es un negocio como cualquier otro, solo que en lugar de remunerar a los socios como en un banco o en una empresa cualquiera, lo que hace es remunerar a la sociedad mediante su obra social, es la obra social la que no es un negocio, es un servicio a toda la ciudadanía, pero el que la dota de fondos para tan socialmente beneficiosos fines es el banco “negocio” como otro cualquiera.