RESULTADO DE LAS LOCAS OLIMPIADAS DEL EXPEDIENTE INCAPACITANTE
(Categoría: salto del 6º al 7º punto)
-Carla61 en Madrid (1 día) 🥇 🏆
-McrIado en Salamanca (1 día) 🥇
-Granollers1 en Barcelona (2 días) 🥈
-Cristian79 (2 días) 🥈
-Anlomar en Madrid (2 días) 🥈
-Santi en Barcelona (14 días) 🥉
-Jorimo en Rubí-Barcelona (15 días) Diploma olímpico
-Maiers e incapacitado no acreditado (3 meses) Diploma olímpico
El jurado, o sea yo, ha decidido de forma totalmente arbitraria (que no injusta) dar por ganadora de este singular evento a Carla61 (ovación cerrada del público).
Y puesto que mi participación en el foro, por lo menos durante un tiempo, y no antes de comunicar el resultado de la resolución que presto ha de llegar, se verá por un tiempo interrumpida, y....puesto a que Carla61 en más de una ocasión hizo referencia a mi producción literaria (tomo aire)... El premio para la vencedora de esta sin par efeméride....
Son 5 microrrelatos por mi escritos (murmullos y algún pitido en gala).
Sea pues, ¡¡enhorabuena Carla61, a todos los participantes y a los futuros (que espero sean muchos) vencedores!!
EL VUELO DEL CISNE
Estaba en Nueva York, visitando a mi joyero por última vez, aunque aún no lo sabía. La luz de la mañana se filtraba entre los resquicios de la persiana, provocando que millones de ácaros y partículas de polvo perdieran su condición de anonimato, despojadas de toda oscuridad, parecían bullir y retozar en un frenesí cuántico. Mi marido había insistido para que aceptara aquella “nueva muestra de amor y fidelidad”. Aquel pedazo de metal curvo y piedras preciosas, era una réplica de lo que me había convertido: una suerte de cisne acéfalo que, lentamente y gota tras gota, se desangraba en su agonía. Ahora lo veía, qué ingenua... En el interior del la joyería, atrapada tras el cristal de aquel lujoso escaparate, era como una joya más, simulando brillar sin vida. Salí a la calle conmocionada, necesitaba respirar. Fue entonces cuando la ciudad comenzó a llorar cenizas.
LA SERPIENTE
Allá en el Rancho Grande fue mi primera vez. Demasiados días sin lluvia habían transformado aquel infierno. El hambre y la sed me golpeaban con fuerza. Apenas tenía fuerzas, mi lengua yacía exhausta junto a uno colmillos demasiado ávidos. No me iba a rendir. Cada noche arrastraba mi cuerpo dibujando arabescos que el sol descubría por la mañana, reptando hasta que la muerte quisiera. Mi piel viajaría con el viento y de mis ojos enterrados en la arena, brotarían flores blancas de agave, mezquite y sotol, pues así estaba escrito. Entonces sucedió, mis sentidos cubiertos por el polvo y la desesperación revivieron:¡Agua!
Después de un día llegué al rancho. Agazapada, quieta, esperando que llegara el momento, la necesidad me hizo ser poco precavida, y cuando pensé que nada se iba a interponer entre mi vida y el aljibe, apareció el niño.
VIERNES
Aquello sabía a curry y del bueno. Así que mi lengua continuó lamiendo con deleite todos los pliegues de la exótica vagina; su sabor y olor me eran gratos.
Ora succionaba su clítoris, ora endurecía la lengua para penetrarla, ora se deslizaba en círculos concéntricos sobre sus carnosos labios. Acariciando su sexo latente, sentía todo el calor del vindaloo derramado entre mis dedos, mientras sus manos de henna mecían mi cabeza acompañando aquel vaivén hedonista. En su rostro de raajkumaari*, también se dibujó efímero el deleite, y de su boca, entre obscenos jadeos, brotaron blancas mariposas que volaron y volaron, hasta vencer a la lúgubre oscuridad de mi habitación.
Es sábado por la mañana, me muero de sed y el estómago me arde. En el sofá, sobre la mesa, varias latas vacías y restos de comida. Juro que es la última vez que mezclo Cruzcampo con pollo tandoori.
*Princesa india
LA CIUDAD DESNUDA
Se quedó solo en la oficina.
—Vamos Reginald, márchese a casa. ¡Que es navidad, hombre!
—Sí, señor Sanders, en cuanto acabe este balance y... —pero Sanders ya se había esfumado por la puerta antes de que terminara la frase; además ¿a dónde iba a ir él?
Pasados unos diez minutos, dejó de escribir, y el silencio se adueñó de la sala. Con desgana, se levantó y apoyó su rostro junto a la ventana, tiñendo el frío cristal con su respiración. «Mi calor empaña el mundo», pensó. Unas pocas lágrimas afloraron y empezó a nevar. Desde allí arriba la ciudad desnuda moría en su letargo. Abrió la ventana y extendió una mano. Un trocito de cielo cayó sobre su palma abierta y el calor quebró las cenizas. Reginald cerró la ventana y dio la espalda a sus pensamientos.
LA INMORTALIDAD
Despertó el vampiro. Ávido de sangre fresca sus ojos se abrieron. Necesitó un largo y prolongado suspiro para exhalar todo lo que había soñado, a los amaneceres prohibidos siempre terminaba por engullirlos la noche. Cada vez que despertaba buscaba el sol del mediodía en el la carne, mas aquel torrente rojo jamás le colmaba: sustento para su cuerpo y hambre para su alma.
Despertó sí esta vez, creyendo hacerlo envuelto en el sueño que los muertos eligen para morir. Irradiaba todo tal pureza que enseguida supo reconocer a su luz soñada. Incluso vio en su haz a la sugerente sinuosidad de los glóbulos rojos retozando díscolamente entre el sumiso plasma.
Aquello que era más dulce que la sangre de una virgen leída, debía ser sin duda una pesadilla. Pero no supo verlo a tiempo.
Soñar como un muerto no te hace mortal si eres eterno.
Santi