El día que vencí a Caja Madrid
Es un poco largo, pero creo que merece la pena leerlo para conocer la actuación concreta de estos empleados de Cajamadrid:
Una sucursal de Cajamadrid: una ventanilla, varios clientes haciendo cola y tres mesas atendidas por sendos oficinistas. En una de ellas un cartelito reza "Subdirector". Tras ella, el susodicho, un hombre bajito, gordito, calvo, con bigotito y gafas de pasta en la punta de la nariz. Sentando enfrente, El Teleoperador. El subdirector se sube las gafas. Las gafas se escurren hasta la punta.
Es una cosa lamentable.
Falta la segunda parte. A ver como termina la cosa...