Re: El día que vencí a Caja Madrid
Desde luego que vienen a tu casa o a la empresa. La semana pasada, sin ir más lejos, me dejé las gafas en la mesa del director de la sucursal después de firman un depósito y me las trajo en persona a la oficina. Está en la misma calle a dos minutos, no es que tenga que hacer una excursión, pero sé perfectamente que veinte años atrás cuando yo estaba a dos velas, ni de coña lo hubiera hecho, así me hubiera dejado el marcapasos. El dinero manda y hay gente que no ve más allá jamás, ni fuera de las horas de trabajo.