Intel se hunde más de un 19% en las operaciones posteriores al cierre de Wall Street tras decepcionar con sus resultados del segundo trimestre de 2024 y anunciar que despedirá al 15% de su plantilla dentro de un plan de reducción de costes de 10.000 millones de dólares.
La compañía ha obtenido entre abril y junio una pérdida neta de 1.610 millones de dólares frente al beneficio neto de 1.481 millones de dólares del mismo periodo del ejercicio anterior.
En lo que respecta a los ingresos, Intel ha informado de 12.833 millones de dólares, una cifra un 1% inferior a los 12.949 millones de dólares del segundo trimestre del año pasado y por debajo de los 12.940 millones de dólares estimados por el consenso.
Dentro de ellos, el segmento Client Computing Group, que fabrica chips para PC, ha contribuido con 7.410 millones de dólares en ingresos, un 9% más; mientras que la unidad de Centro de Datos e Inteligencia Artificial ha registrado 3.050 millones de dólares en ingresos, un 3% menos y por debajo de los 3.140 millones esperados.
Para el tercer trimestre, Intel prevé una pérdida neta ajustada de 3 centavos por acción sobre ingresos de entre 12.500 y 13.500 millones de dólares.
Por ello, la compañía ha decidido implementar una reducción integral del gasto, que incluye una reducción de plantilla de más del 15%, para redimensionar y reorientar la empresa. Así como suspender el dividendo a partir del cuarto trimestre de 2024. Con todo, Intel ha querido reiterar su compromiso a largo plazo con un dividendo competitivo a medida que los flujos de caja mejoran a niveles sosteniblemente más altos.
"Nuestro desempeño financiero del segundo trimestre fue decepcionante, aun cuando alcanzamos hitos clave en tecnología de procesos y productos. Las tendencias del segundo semestre son más desafiantes de lo que esperábamos anteriormente, y estamos aprovechando nuestro nuevo modelo operativo para tomar medidas decisivas que mejorarán las eficiencias operativas y de capital al tiempo que aceleran nuestra transformación IDM 2.0", ha dicho Pat Gelsinger, CEO de Intel.
Por su parte, David Zinsner, director financiero de Intel, ha indicado que "los resultados del segundo trimestre se vieron afectados por los obstáculos al margen bruto derivados de la aceleración de la producción de nuestro producto de PC con IA, los gastos más altos de lo habitual relacionados con negocios no esenciales y el impacto de la capacidad no utilizada".
"Al implementar nuestras reducciones de gastos, estamos tomando medidas proactivas para mejorar nuestras ganancias y fortalecer nuestro balance. Esperamos que estas acciones mejoren significativamente la liquidez y reduzcan nuestro saldo de deuda, al tiempo que nos permiten realizar las inversiones adecuadas para generar valor a largo plazo para los accionistas", ha concluido.