#11313
Re: Análisis de Pharmamar (PHM), antigua Zeltia
PharmaMar se posiciona como la empresa española que más invierte de sus ingresos en el desarrollo de terapias
En 2022 dirigió el 35,6% de la facturación a su área de oncología
2 de febrero de 2024
Comentario.
Se insiste mucho en este tema del liderazgo de Pharmamar en gastos de I+D atendiendo a su facturación. Esta circunstancia se ha producido por pura casualidad al coincidir en el tiempo un descenso de los ingresos (que no se supo evitar) y un ascenso de los gastos, (ascenso forzado por el tipo de negocio). No quería profundizar en este tema. Sin embargo se está mostrando tanto interés sobre el particular en tantos medios de comunicación que la situación se presta a reflexiones divergentes de las políticamente correctas, sobre todo para el caso que nos ocupa.
En principio, resulta extraño que una compañía que lleva 40 años investigando dependa de los ingresos por royalties de un solo producto (Lurbi) , ya que (i) las ventas de Yondelis se han hundido a más de la mitad, aunque ahora ya están estabilizadas, (ii) el Lurbi solo se vende a precios de mercado en EEUU, (iii) no hay venta directa de Lurbi , (iv) los ingresos diferidos por licencias y pagos adelantados disminuyen y (v) la Pliti solo está aprobada para el Mieloma Multiple en Australia que tampoco se vende. Este cúmulo de factores explicaría la progresión descendente de la cifra de ingresos desde 2020 tal como muestro en la siguiente tabla, (la cifra de 2023 es estimada):
En cambio si nos fijamos en las cifras de I+D. éstas no han hecho más que crecer, de tal manera que el ratio “GastosI+D/Ingresos” ha pasado del 20% de 2020 al más que probable 54% de 2023. Si ya con un 42,5% Pharmamar es la empresa que más dedicaba a la Investigación en 2022, en 2023 ya ni te quiero contar. Ganará por goleada, pero esto no quiere decir que vaya a ganar también en retribuciones. El que se dediquen muchos recursos a I+D no quiere decir que las estrategias elegidas sean las más adecuadas ni que todos los proyectos vayan a salir bien.
Lo más probable es que el descenso de la cifra de negocio haya tocado fondo en 2023. En 2024 y 2025 aumentará gracias a (i) la expansión de las ventas de Lurbi, (ii) los hitos regulatorios (China), (iii) los hitos comerciales (Jazz) y (iv) ventas de licencias. Sin embargo los gastos también crecerán a un buen ritmo por la continuación de los ensayos actuales y la incorporación de nuevos (mesotelioma, leiomiocarcoma, ovario, urothelial, próstata, gioblastoma, etc) y la fábrica de Getafe, por lo que se seguirá quemando “cash”, (de momento lo hay).
No hay que descartar que en un par de años, (aunque con una probabilidad muy baja, pero en absoluto descartable), la compañía pudiera estar en una situación delicada si los Imforte, Lagoon, Lurbi+Irino, 2Small, Sealight, Tivanisirán, DMAE, Klaria, Nereida y la fábrica de Getafe e incluso las ventas en China no alcanzasen unos resultados brillantes . Y aún suponiendo que todos los ensayos salgan bien, faltará por sortear las cortapisas regulatorias y los escollos comerciales sobre todo estos últimos, vistos los antecedentes del Lurbi en monoterapia para 2ª línea. No es seguro que todos estos esfuerzos inversores vayan a generar caja operativa suficiente para afrontar los gastos de 2026 (quizá sí en 2027), por lo que en ese ejercicio pueden producirse tensiones de tesorería.
No creo que los ingresos recurrentes o los beneficios fiscales sean capaces de atenuar las consecuencias de potenciales amenazas: (i) abandono, replanteamiento o retraso de alguno de estos proyectos (ii) denegación de autorizaciones o (iii) reveses en la comercialización o venta de licencias. Y esos tres puntos hay que considerarlos para cada uno de los diez u once proyectos en los que directa o indirectamente está involucrada Pharmamar. Como “red de seguridad” podría pensarse en un significativo crecimiento de las ventas de Lurbi en 2024 o 2025, pero mucho tendría que cambiar la acción comercial de Pharmamar y sus distribuidores para que tal aumento relevante se produjera. Quizá una operación disruptiva podría atemperar esos potenciales riesgos en el momento en que apareciesen.
No creo que los ingresos recurrentes o los beneficios fiscales sean capaces de atenuar las consecuencias de potenciales amenazas: (i) abandono, replanteamiento o retraso de alguno de estos proyectos (ii) denegación de autorizaciones o (iii) reveses en la comercialización o venta de licencias. Y esos tres puntos hay que considerarlos para cada uno de los diez u once proyectos en los que directa o indirectamente está involucrada Pharmamar. Como “red de seguridad” podría pensarse en un significativo crecimiento de las ventas de Lurbi en 2024 o 2025, pero mucho tendría que cambiar la acción comercial de Pharmamar y sus distribuidores para que tal aumento relevante se produjera. Quizá una operación disruptiva podría atemperar esos potenciales riesgos en el momento en que apareciesen.
Lo más probable es que en el bienio 2024-2025 Pharmamar deba de superar dificultades que sembrarán incertidumbres sobre los hipotéticos ingresos futuros de ese bienio. Cuantos más contratiempos aparezcan, más dilaciones sufrirán las entradas de “cash”. Por el contrario los Gastos de I+D de los ensayos y los gastos de la fábrica son perfectamente conocidos y predecibles, al menos hasta 2026. Esta certeza de gastos futuros junto con las incógnitas sobre los ingresos (entre 2024 y 2026) es lo que está sembrando dudas entre los fondos más especuladores, que se aprovechan de la coyuntura (y del fin de la recompra) para forrarse a costa del accionista de a pie. Esta semana lo han bordado. “Solo” la han bajado 3,78 €/acción, un 9,3%, casi nada. Pero no toda la culpa va a ser de los especuladores, la situación de la compañía también se presta a ello. El escenario actual era perfectamente previsible y no ha habido el más mínimo interés en intentar revertir la situación.
La afirmación de que Pharmamar es el grupo español que más invierte en I+D en proporción a sus ventas, puede ser una noticia positiva, pero siempre que se sea consciente de que esos Gastos de I+D generarán “cash” bajo una probabilidad del 70% y además sin retrasos, en una línea de constante mejora y en un futuro relativamente cercano (2027 no está a la vuelta de la esquina). De no cumplirse estas premisas, empezaran las dudas y los desánimos, el valor no levantará cabeza en los dos próximos años y seguirá manipulado y controlado por los “alantras” y “seekingalphas” de turno para su propio beneficio. Sólo una actuación extraordinaria realizada sin más demora podría suavizar las consecuencias derivadas de las contrariedades que seguro surgirán en el bienio 2024-2025 por los obstáculos con los que se deberá de enfrentar Pharmamar propiciados por una política de ensayos algo atrevida, dilatada en el tiempo (demoras) y sin muchos “amortiguadores”.